Tanta fue la expectación que nos generaron los medios de comunicación con esta película que todos esperábamos un nuevo buen trabajo del cine español de comedia, como Airbag o Pídele cuentas al rey, pero no le llega ni a la suela de la chancla a éstas dos anteriores.
Un argumento malo, mal seguido y peor entrelazado.
Un fallo garrafal de montaje a media película acaba con cualquier esperanza de que pueda gustar "algo", porque con cuatro carcajadas tímidas y exageradas no se consigue ni una comedia ni una peli aceptable.
No me espero nada de la secuela que, por lo que parece, pasa de dejar en ridículo a los vascos para hacerlo con los catalanes... penoso