Aún teniendo presente que el metraje concebido por Barker fué mutilado por la productora, lo más reseñable de esta película son los efectos de maquillaje y la estupenda banda sonora de Danny Elfman. ES cierto que el muestrario de seres de pesadilla es bastante completo y que visualmente tiene algunos momentos muy logrados, pero en mi opinión el gran problema es que Barker no es un director profesional, y eso pesa. Si en Hellraiser salió bien parado, posiblemente porque era una historia considerablemente más sencilla, en esta su ambición le pierde (he leido que quiso hacer un Star Wars de los monstruos) y al final todo queda confuso y falto de ritmo y chispa. Tengo la sensación de que todo hubiera ido mejor si se hubiera limitado a hacer el guión y hubiera dejado la batuta para tipos como Sam Raimi, con un talento cinematográfico infinitamente mayor. En definitiva, película extraña que se queda a mitad de camino en todos los sentidos.