Napola, no viene a formarse entre las participantes del Oscar (grandioso) va más allá de este requisito de consagración y busca exponer vivencias de jóvenes en un proceso de acondicionamiento psicológico para enfrentar la cruda realidad de su pueblo ante el mundo. La eficacia de su guión te adentra al contexto de una época difícil; la educación de estos jóvenes fue engañosa para la mayoría; idónea para reafirmar el carácter de superioridad de otros; o la forma de supervivencia para otros más. La amistad combinada con justicia y bondad, son sentimientos de obstáculo para una óptima formación y se antepone la filosofía rigurosa de un Adolfo Hitler convencido de la superioridad de su raza.

El trabajo expuesto es convincente, pocas veces decae el dinamismo de la narración; las actuaciones son notables; el guión predecible, al final con un sentido de la justicia un tanto idealista en circunstancias donde el terror y miedo supongo imperaban en el pensamiento de la gente.

Como referencia histórica considero que es muy eficaz; en cuestiones de reflexión es justa. Napola es como una combinación extraña entre Machuca (Chile 2004) y Solo contra sí mismo (Suecia 2003), para los que las han visto, amistad entrañable en un colegio disfrazado de impecabilidad, con grandes injusticias.

De acuerdo con los comentarios sobre la superioridad de Napola, sobre Sophie Scholl y El Hundimiento, claro que lo es, no hay aburrimiento ni bostezo.

Para finalizar, ¿Cuál relación Homosexual?, eso si me dejó sin palabras. Para las personas que no la han visto, esto es falso, no existe. Al abrazo dado se le llama AMISTAD, SOLIDARIDAD y CAMARADERÍA, (¿en que cabeza cabe?)