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Voto de Juan Marey:
8
Drama Amantha Starr es una bella y rica joven que vive con su padre en una lujosa plantación sureña. Pero, cuando éste muere, la acusan de ser hija de una sirvienta negra, por lo que es despojada de sus tierras y convertida en esclava. Trasladada a Nueva Orleáns para ser vendida, un apuesto caballero la compra en una subasta de esclavos. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde “El nacimiento de una nación”, la Guerra Civil Americana ha sido protagonista de bastantes películas. En muchas de ellas, la guerra en sí era un elemento secundario. El mayor ejemplo es la excelente “Lo que el viento se llevó”. Después de la Segunda Guerra Mundial llegaron películas que de alguna manera intentaban aprovechar el tirón de “Lo que el viento se llevó” una de esas películas es la que hoy nos ocupa, “La esclava libre”.

Con la “Esclava libre” la Warner Brothers desplegó todo su poderío deleitándonos con una fastuosa producción que contaba con una maravillosa fotografía a cargo del gran Lucien Ballard y la partitura siempre inspirada de Max Steiner. Sentado en la silla del director Raoul Walsh ejercía su magisterio en la última etapa de su larga y rica carrera, el veterano cineasta supo imprimir ese poso de clasicismo que necesitaba la narración, en un relato lleno de épica y romanticismo. La elegancia de Walsh en la puesta en escena y el cuidado diseño de producción convierten a la película en algo más que un mero folletín melodramático y nos permite disfrutar de un cineasta de otro tiempo, casi de otra dimensión, un narrador extraordinario con butaca de primera fila en el paraíso cinematográfico.

Arrolladora la belleza de Yvonne De Carlo, es una lástima que sus recursos como actriz no igualen a los de su fotogenia, descargando el peso interpretativo en su compañero Clark Gable, realmente grande, grande, grande y que impone su carisma en la que fue la tercera película consecutiva de Gable para Raoul Walsh, ambos trabaron una buena amistad, sobre todo en sus largas cacerías por las praderas, y estuvieron a punto de volver a trabajar juntos en “Vidas rebeldes”, dirigida finalmente por John Huston. También destacable la actuación de Sidney Poitier como Rau-Ru, un esclavo negro pero educado por Gable, con una dualidad moral bien definida pero conflictiva, en lugar de gratitud, está lleno de rabia, resentimiento y odio.

Un melodrama desaforado con momentos tremendamente épicos, una película de dramas personales dentro de un entorno de segregación racial. Una entretenida película con la que pasas dos horas realmente agradables.
Juan Marey
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