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Voto de Juan Marey:
7
Aventuras. Romance. Western Mark Fallon (Tyrone Power), un jugador profesional, se embarca en un vapor de los que navegan por el Mississippi y gana una fortuna en sólo cinco días de viaje, pero también se granjea la enemistad de algunas personas. (FILMAFFINITY)
3 de enero de 2016
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los juegos de cartas, con el póker claro está como estrella principal, son un clásico en las historias que se desarrollan en los no menos clásicos barcos que surcaban el Mississippi, ahora, y bajo la tutela del siempre interesante Rudólph Maté, le toca el turno a nuestro buen amigo Tyrone Power para brindarnos una aventura muy agradable de ver.

Hablemos un poco de este interesante director. De forma intermitente, a lo largo de la historia del cine se ha producido el tránsito de cineastas de la dirección de fotografía a la realización en el campo del largometraje, sin embargo, los resultados han sido desoladores en la mayoría de las ocasiones. La respuesta a esta frustrante realidad ha sido, por regla general, retornar a su cometido inicial, convirtiéndose su paso por la dirección en un paréntesis en sus respectivas carreras, pero a diferencia del periplo cinematográfico que siguieron o han seguido gran parte de los operadores, Rudolph Maté se reveló como una de las raras excepciones, afianzándose en la industria cinematográfica en ambos cometidos. Su labor desplegada como director de fotografía denotaba la capacidad ecléctica de la que haría gala Maté en su traspaso a la dirección, siendo apto para conferir un tratamiento expresionista a los films de Carl Theodor Dreyer (Vampyr, la bruja vampiro, La pasión de Juana de Arco) y Conrad Wiene (A puerta cerrada), o bien adecuarse al cromatismo de los musicales de la Fox (Esta noche y todas las noches, Locamente enamorados y La diosa de la danza). Precisamente esta serie de films musicales —preferentemente interpretados por Rita Hayworth— marcaría el punto y final de la trayectoria de la variopinta pero brillante ejecutoria como operador de Rudolph Maté. Su primera etapa ligada a la Columbia y a la Paramount, se podría analizar como una adecuación a propuestas ajenas, desde el material de origen teatral de “Cerco de odio” hasta su incursión en el género noir con “Con las horas contadas”, un pequeño clásico del cine negro de serie B. A partir de entonces, Rudolph Maté se adecuaría a la combinación de elementos melodramáticos dentro de films presumiblemente de género, ya sea en el terreno del western (Hombres violentos, La ley de los fuertes, Horizontes azules), en el cine negro o el thriller (Union Station y Perseguida, la primera producción en tres dimensiones de la RKO).

Dentro de este género de películas podemos encuadrar también la cinta que hoy nos ocupa, “El caballero del Mississippi”, un entretenido film de aventuras románticas, en el que Tyrone Power se mueve como pez en el agua en un personaje hecho a su medida y flanqueado por dos auténticas bellezas, Piper Laurie y Julie Adams.
Juan Marey
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