Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Juan Marey:
8
Comedia. Drama. Fantástico Totó es un bondadoso huérfano que vive, igual que otros muchos desharrapados, en un mísero barrio de chabolas en las afueras de Milán. Cuando en los terrenos donde viven se descubre petróleo, Totó, tan ingenuo como bienintencionado, decide enfrentarse al poderoso señor Mobbi, el dueño del suelo. Aunque contiene elementos fantásticos, constituye con "Ladrón de bicicletas" y "Umberto D." la gran trilogía neorrealista de De Sica. (FILMAFFINITY) [+]
22 de diciembre de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los años posteriores a la segunda guerra mundial, surgió en Italia un cine que, de múltiples maneras, se ocupaba de los desamparados, se le puso una etiqueta, Neorrealismo italiano, y tuvo grandes cultivadores como Roberto Rossellini o Luchino Visconti, pero seguramente el más famoso e influyente de todos ellos fue Vittorio De Sica que, junto con su guionista habitual, Cesare Zavattini, fabricaron cuatro de las películas más famosas de esa época: “El limpiabotas”, “El ladrón de bicicletas”, “Umberto D” y “Milagro en Milán”. Pues bien, allá por el lejano 1951 se estrenaba en Italia “Milagro en Milán”, alegoría fantástica sobre la pobreza y la injusticia social basada en “Totò il buono”, novela de Cesare Zavattini, y que fue adaptada al cine por Suso Cecchi D’Amico, De Sica y el propio Zavattini, acompañando a unas bellas imágenes en blanco y negro la maravillosa música de Alessandro Cicognini; un canto a la gente humilde, donde los pobres tienen derecho a la vida, aparentemente es una historia ingenua e idealista pero realmente una sátira feroz acerca de la realidad de su tiempo, la miseria de la posguerra en Italia.

Esta preciosa historia nos es contada a través de una serie de mágicos personajes, como Totò, su protagonista, interpretado con gran maestría por Francesco Golisano, actor nacido en Roma en 1929 que murió prematuramente a los 28 años de edad en un accidente de tráfico; o como la bendita ancianita que adopta a Totó, Lolotta, maravillosamente interpretada por Emma Gramatica, célebre actriz italiana de teatro y cine; o como Edvige, la dulce muchacha de la que se enamora nuestro amigo Totó, interpretada en esta historia por Brunella Bovo; o como el egoísta y malvado Rappi al que da vida magistralmente Paolo Stoppa.

Una historia dura, cálida, exquisita, demoledora y a la vez esperanzadora, lo mejor y lo peor del ser humano está hábilmente reflejado en sus personajes, una terapia contra la alienación y el egoísmo. Una mirada reivindicativa de los personajes que viven en la miseria, pobres pero amantes de la vida, llenos de amor, de respeto y de cariño.
Juan Marey
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow