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Voto de Juan Marey:
7
Drama En 1885, a la edad de 29 años, ya Sigmund Freud (Montgomery Clift) se daba el lujo de confrontar a su maestro Meyniert... y pronto, de ilustre alumno, su asociación con el médico Josef Breuer (Larry Parks), lo convertiría en uno de los más notables investigadores sobre la histeria. Después, la neurosis, la interpretación de los sueños y el psicoanálisis, entre otros temas, tendrían en él a uno de los más fuertes exponentes de las nuevas ... [+]
22 de julio de 2013
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrella fugaz en el firmamento de Hollywood, Montgomery Clift marcó su época entre 1948 y 1962, nominado a los Oscar en cuatro ocasiones, brillante, introvertido, frágil, de intensa mirada, Clift fue Cowboy en “Río Rojo” de Howard Hawks, junto a John Wayne, sacerdote en “Yo confieso” de Alfred Hitchcock, militar en “De aquí a la eternidad” de Fred Zinnemann, o Cowboy y joven desorientado en “Vidas rebeldes”, dirigida por el mismo John Huston que pensó de nuevo en él para interpretar al atormentado psicoanalista austriaco Sigmund Freud.

Cuando Huston se interesó en llevar al cine la biografía del célebre psicoanalista, le pidió al filósofo francés Jean-Paul Sartre que escribiera el guión a partir de las técnicas de psicoanálisis utilizadas por Freud en sus investigaciones, Sartre envió un guión muy documentado que costaba de cuatrocientas páginas, lo que representaba dieciséis horas de película y puso como única condición que si se realizaba el proyecto no debería haber ningún corte respecto al guión original. El cineasta americano renunció entonces a esta idea original y pidió a Charles Kaufman y a Wolfgang Reinhardt que escribieran el guión pero conservando una de las ideas del guion de Sartre, el personaje de la neurótica Cecily, que se refiere a uno de los tratados de Freud dedicados al caso de “Anna O”.

La intención de Huston era reconstruir lo más fielmente posible alguno de los episodios que marcaron el comienzo de la carrera de Freud, poco antes del estreno los distribuidores decidieron cortar numerosas secuencias que según el propio Huston constituyen media hora de película y rompen la continuidad narrativa del film, aunque Huston asumía siempre la paternidad de esta obra, resaltaba que él no era el responsable final del montaje del film. El resultado final de esta arriesgada apuesta es una biografía de corte clásico, sólida, rigurosa en sus interpretaciones, apoyadas fundamentalmente en Montgomery Clift y Susannay Cork. Una interesante película.
Juan Marey
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