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Voto de Juan Marey:
9
Intriga Debido a un malentendido, a Roger O. Thornhill, un ejecutivo del mundo de la publicidad, unos espías lo confunden con un agente del gobierno llamado George Kaplan. Secuestrado por tres individuos y llevado a una mansión en la que es interrogado, consigue huir antes de que lo maten. Pero cuando al día siguiente regresa a la casa acompañado de la policía, le espera una sorpresa. (FILMAFFINITY)
11 de mayo de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El maestro del suspense retoma aquí uno de los argumentos por los que sentía debilidad: el del falso culpable que huye de la policía y los criminales realizando un largo viaje. Unos espías toman a Cary Grant por un agente ficticio usado como cebo por la CIA con el fin de que los pobres diablos se delaten a sí mismos, logra escapar de la muerte por los pelos, pero nadie da crédito a su historia, es acusado incluso de asesinato y huye a Chicago en tren, allí conoce a la guapa y servicial Eva Marie Saint y cae en sus enredos.

Una de las mejores películas del maestro con un gran número de escenas que se han convertido en clásicas, una joya con una tensión en aumento y un humor liberador, y con un Grant y unos compañeros de reparto uno por uno fascinantes. Fantástico, fabuloso, adorable nuestro querido Cary, sin duda lo que el maestro Hitchcock desearía haber sido, es decir, un elegante cínico, capaz de conquistar espías, de deslumbrante fachada y ardiente corazón. Como rubia de turno en este caso se contó con Eve Marie Saint, quien se había hecho famosa gracias a su formidable interpretación en “La Ley Del Silencio”, la elección fue sorprendente, ya que ella era una actriz del método y Hitchcock no simpatizaba con la doctrina del Actor's Studio, afortunadamente, Eve Marie Saint se adaptó al tipo de papel y de interpretación que exigía la película y sorprendió a todos encarnando a esa espía sexy puramente hitchcockiana. Por último, el elegante James Mason y el jovencísimo Martin Landau con sus formidables interpretaciones pasaron a engrosar las filas de nuestros villanos favoritos en esta pirotécnica ficción.

Persecuciones, espías, rubias, escenas de alto riesgo y una intriga sustentada sobre un espejismo, esos son los ingredientes básicos de un auténtico clásico adelantado a su tiempo. “Con la muerte en los talones”, pieza capital del Hitchcock más burlón.
Juan Marey
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