A pesar de que, claramente, se encuentra lejos de las grandes obras de Pixar (y más si tenemos en cuenta que, recientemente, ese estudio nos ha dado ‘Soul’) es imposible no querer a ‘Luca’, por el colorido paisaje, por esas irrefrenables ganas de comer pasta que te entran nada más terminar de verla y porque casi salgo planeando un viaje por Italia.

‘Luca’ nos presenta la amistad de unos “bichos raros”, unos monstruos marinos que tienen que encontrar su sitio y una chica que no termina de encajar en su pueblo (que partido se saca del bellísimo y colorido paisaje). Los tres forman un buen tándem, con personalidades definidas con las que cada uno podrá verse más o menos identificado. Caen bien, y ya estamos enganchados a la acción casi de inmediato. Se agradece la presencia de un villano personificado, representando realmente los estereotipos más odiosos que se puedan encontrar (y si nos lo llevamos al terreno de la inmigración, lo entenderemos más).

Sí que echo en falta un poquito más de humor con mala baba, me ha parecido blandita, como queriendo llegar a un público más infantil de lo normal. Una vez desveladas las cartas, casi sabes por dónde va a ir la acción, por lo que se pierde un poquito el factor sorpresa que muchas veces ha beneficiado este tipo de producciones. Pero no es un gran impedimento.

‘Luca’, es como una bebida refrescante, dura poco, es agradable y resulta refrescante, pero no es el verano de nuestras vidas.

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