No, Christopher Landon no se ha comido mucho la cabeza para traernos su última película. Las cosas como son, simplemente ha tirado de un clásico que dejó buen sabor de boca (‘Atrapado en el tiempo’, cuya fórmula ya se probó y funcionó en ‘Al filo del mañana’). Su director ha decidido mantener la dosis de humor de la original y ha introducido una (mínima) trama de thriller con asesino de por medio. El resultado, sin demasiadas pretensiones, funciona, porque hay veces que no hace falta marear tanto la perdiz para entretener al espectador.

Además, ‘Feliz día de tu muerte’ tiene la gran virtud de manejar todos y cada uno de los elementos que la componen con suavidad, dando la justa medida. Es decir, sabe crear tensión cuando debe crearla y sabe no tomarse demasiado en serio cuando la protagonista tampoco lo hace. Ahí, el trabajo de Jessica Rothe es fundamental, tirando de la película con desparpajo y mucha naturalidad. No es la actuación de su vida, ni tiene que serla, pero en manos de otra actriz habríamos acabado saturados de protagonismo.

A partir de ahí y sin pedirle peras al olmo, todo va como la seda: trama y tono van de la mano, bien acompañados y haciendo funcionar alguna vuelta de tuerca sorpresa. Esto último ayuda, ya que el espectador conoce mecanismo sobre el que se va a mover la cinta.

Si esperas una película de terror, probablemente salgas decepcionado. Pero si lo que quieres es aparcar las neuronas durante una hora y media y salir contento del cine, ‘Feliz día de tu muerte’ es tu mejor opción en estas fechas.

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