Directores del estilo de Martin Campbell siempre en mi equipo, por favor. Un director con estilo, capaz de crear escenas de acción vertiginosas y de elevar el espectáculo un punto por encima de lo habitual. Eso es un don, eso es una maravilla. Creo que es de los directores más habilidosos de la actualidad en ese campo.

Si analizamos detenidamente ‘Límite Vertical’ nos daremos cuenta de que hay un flojo guión de fondo que blanquea de terroristas la idea de ‘Máximo Riesgo’ y nos ofrece la historia de dos hermanos con un trauma de por medio. Por culpa de una gran ventisca, ella queda atrapada y el único que se ofrece a rescatarla es su hermano. Poco más que contar y nada que no vayamos a descubrir por el camino, pero hay varios puntos por los que ‘Límite Vertical’ me termina ganando.

Para empezar, la locura del argumento de la dinamita sudando nitroglicerina. Lo que parece algo puntual, termina dando bastante juego visual y añade tensión al asunto. Después, todas y cada una de las secuencias de acción (aupadas por las partituras de James Newton Howard), desde la que arranca la película hasta el salto al vacío. Recuerdo ver este último en el trailer de cine y quedarme con la boca abierta. Solo con eso, mi entrada ya estaba vendida. Luego, un poco de cuidado para que no se note que son los especialistas los que hacen las escenas de acción y aquí paz y después gloria.

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