Cada vez que pienso en ‘Líbranos del mal’, estoy más convencido de que no he visto una película de terror. Es más, estoy casi convencido que las numerosas críticas negativas que ha recibido es porque la gente se esperaba un terror mucho más convencional, más de usar y tirar. Y no se puede negar que es lo que daba a entender el tráiler, pero mira tú por dónde, me encontré con una película muy distinta.

Pero sorprendentemente, que afirma partir de casos reales de un policía, ‘Líbranos del mal’ funciona durante su primera hora y media como una película de detectives que están persiguiendo un caso “paranormal”. Me viene a la cabeza ‘Fallen’, pero la estética no es la misma. Aquí su director, Scott Derrickson, curtido en el género con ‘Sinister’ (y próximo director Marvel con ‘Doctor Extraño’ si nada se tuerce) utiliza la atmósfera inquietante de su anterior película para dejar la mosca detrás de la oreja al espectador con el personaje de Sean Harris.

Está lejos de ser una película perfecta (acaba demasiado de golpe), incluso hay momentos demasiado cantados, o acaba cayendo en tópicos de cajón. Pero su último tercio final está firmado con pulso y sorprendiendo, porque parece una película de terror pero con un presupuesto que luce. Esa última parte sí que terminará por complacer a los amantes del género de posesiones.

Rara, interesante y entretenida. ‘Líbranos del mal’ la volvería a ver un domingo por la tarde tumbado en el sofá. Además, siempre gusta volver a ver a un colega como Eric Bana.

Como es costumbre, al final de la crítica os dejo el tráiler, pero como he explicado puede causaros una impresión equivocada.

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