No es que ‘The Mechanic’ fuese uno de los must see del año precisamente, pero su perfecta combinación de director de oficio (por entonces Simon West) más estrella dentro de su salsa, hicieron que la película cosechara un éxito que debía transformarse en franquicia ahora que Statham ya no tiene ‘Transporter’ y los productores quieren agotar cualquier filón posible.

De esta forma surge ‘Mechanic – Resurrection’, una clásica secuela de Hollywood, muy de manual: los malos muy malos, el héroe que debe volver a la rutina justo cuando las cosas empezaban a irle bien… es más, en el comienzo de la cinta las cosas le van tan bien al protagonista que estamos deseando que empiecen los problemas y mamporros de verdad.

Si en la anterior podíamos disfrutar de Donald Sutherland, aquí tenemos a Tommy Lee Jones, casi lo mejor de la cinta, con un look cambiado y que recuerda (un poquito, salvando las distancias) a cuando el amigo se metía en ‘Alerta Máxima’. Porque, por otro lado, una vez más tenemos a Statham haciendo de Statham y a Jessica Alba a la que por fin sacan de los productos de Robert Rodriguez.

Floja secuela que bien podría haber ido a parar a la sobremesa de la televisión. Entretiene bien (porque escenas espectaculares tiene para demostrarnos de lo que son capaces los personajes) y poco más.

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