Si alguien me dice el título de esta película, enseguida suena la canción del comienzo de la banda de Hans Zimmer en mi cabeza y me traslado a una época cinematográfica mejor, la de los 90, con el cine que me crie y que, de veras, echo mucho de menos.

Con un guión escrito por el enfant terrible de Hollywood, Tony Scott logra una de sus películas más recordadas, la que cuenta la historia del bueno de Clarence, ese empleado en una tienda de cómics que adora las películas de Kung-fu (Quentin, ¿eres tú?) y que conoce a Alabama, la rubia de buen corazón (y un pelín pava en ocasiones). Surge el “amor a quemarropa” o “verdadero romance” de su título original entre ellos y querrán comenzar una nueva vida juntos… el problema es que unos traficantes les persiguen por culpa del pasado de Alabama.

Aunque siempre que vuelvo a verla pienso en qué habría hecho Quentin si llega a dirigirla él, Tony Scott hace un buen trabajo, recordando mucho a como filmó ‘El último boy scout’ y dejando hacer al reparto lleno de estrellas (ahí están los Christian Slater, Patricia Arquette, Dennis Hopper, Christopher Walken, Gary Oldman, James Gandolfini, Brad Pitt, Val Kilmer o Michael Rapaport para mantener el listón). Solo hay que seguir el guión, tan delirante como genial, y que la banda sonora haga el resto.

Una de esas que hay que ver, al menos, una vez en la vida.

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