Aunque ‘Matador’ no aprovecha del todo todas las maravillosas cosas que hace bien, es una película que hay que ver y disfrutar porque no vais a encontrar otra como ella.

Es una película inclasificable, en la que encontramos múltiples géneros metidos en una batidora que sea capaz de atropellarte en una hora y cuarenta minutos. Por un lado, es la historia de un asesino dispuesto a retirarse dando un último golpe. Por otro, una historia de soledad y amistad. Por otro, de superación personal o familiar y por otro una similitud entre un torero y un asesino… y así hasta terminar formando ‘Matador’.

El caso es, como digo, que no todas las historias convergen bien porque hay alguien que se lleva el gato al agua: Pierce Brosnan. No quiero una sola queja del Brosnan actor por nadie porque todos los que hemos visto esta película sabemos que es un tío genial. Brosnan hace de ‘Matador’ su show, completamente desmadrado y haciendo suyas algunas de las frases más geniales del original guión.

Así, el filme termina tornando más hacia la comedia por que, además, Greg Kinnear le sigue perfectamente el juego, formando un tándem de lo más espectacular. Muchas de las escenas parecen filmadas como si Brosnan dijese «voy a hacer esto» y Kinnear contestase «pues yo haré esto». Da gusto verles.

Divertida, entretenida y de lo más original. Repito: no todo casa, pero tampoco hace falta para que ‘Matador’ sea absolutamente genial.

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