Excelente drama del director iraní Kiarostami que se embarca en una producción europea para hablar de la representación en el cine, de que una buena copia es mejor que un mal original. Lo hace a través de una pareja que juega a hacerse pasar por un matrimonio, cosa que no queda claro si es real o ficción, en alusión a “Te querré siempre” de Rossellini. El dúo protagonista realiza unas composiciones sobresalientes, en especial la maravillosa, natural y como un imán Juliette Binoche. También destaca por su cuidada estética, la intriga que a ratos ofrece y los diálogos divertidos, por lo que se trata del mejor film de la semana y uno de los mejores de la semana. Para algunos incluso, se trata de una obra maestra.