Gattaca nos presenta una sociedad muy acertada a lo que podría acercarse en un futuro (sino se está acercando ya). Nos presenta una sociedad totalmente cruel, que ha perdido sus principios y guiada por la discriminación del diferente de una manera obscena. Un punto del futuro donde todos somos concebidos y elegidos a la carta, y se nos mira más por las cualidades que la ciencia nos ha dado que por las que nosotros mismos nos creamos. Una selección fisiológica hecha a propósito que también puede suponer, al fin y al cabo, una discriminación del diferente, del otro, del "no-válido". Gattaca convierte a la discapacidad y a la anormalidad en una discriminación muy grave. Nos muestra un mundo en el que, cuantos más humanos perfectos se crean, menos humanidad se percibe en su ética. Nos muestra (sin profundizar tampoco mucho en el tema, eso sí) a unos seres humanos fisiológicamente "perfectos" llenos de delirios de grandeza y vanidad.

Pero por otro lado nos enseña también una pequeña luz en el protagonista. Un humano "imperfecto" y discriminado desde su niñez. Nos muestra su fuerza de voluntad, su afan de superación, su esperanza y sus sueños imposibles. Enseguida se desea ver al protagonista triunfar a pesar de las trabas que le pone la sociedad del futuro. Y Gattaca se convierte en definitiva en un canto a la indiscriminación y al famoso "la belleza está en el interior", el canto a lo que nos hace humanos y que no se consigue con la perfección genética.

Debates éticos aparte, la película además consigue ser un buen thriller con una trama que, aunque cada vez es más obvia su resolución, logra entretener gracias a una narración con muy buen ritmo y una banda sonora a la altura.

Sería perfecta de nos ser por unas actuaciones frías y rígidas, y algunas incongruencias (pocas, pero las hay).

Aun así, "Gattaca" como película de ciencia-ficción es muy recomendable. Lanza un debate ético muy de moda en nuestra sociedad y es entretenida.

Lo mejor: La trama.
Lo peor: Unas actuaciones bastante gélidas.