Comedia romántica realmente básica pero dirigida con destreza y actuada con firmeza y competencia, el largo "original" (no, esta vez no está basado en ninguna novela) toma de aquí y de allá (hay "guiños" sucesivos a la saga de Indiana Jones (que para algo comparten al protagonista), a la saga de "La joya del Nilo" protagonizada por Michael Douglas y Kathleen Turner, o ciertas escenas de "Agente 007 contra el Dr. No" (1962) entre muchas otras) para ofrecer un relato clásico sobre dos polos opuestos que deberán aunar fuerzas cuando se vean abandonados en un isla desierta tras un aterrizaje de emergencia.

Los lugares comunes y resobados por los que navega la cinta están más vistos que el tebeo: casualidades muy convenientes de forma continuada (las averías o sus soluciones se dan justo cuando el progreso del romance lo necesita), situaciones de aventura exótica arquetípicas (no faltan serpientes, piratas y demás) y secundarios prescindibles a la hora de imponer la historia de amor (una historia de patas muy cortas, por cierto).

Honestamente, el guión no es ninguna maravilla, no tiene una sola escena de comicidad sagaz o novedosa, de hondura permeable o de coyunturas originales. Diría que a ratos incluso está a punto de llegar a lo idiota, aunque se queda en lo ingenuo e infantil (que tampoco es decir mucho, pero algo más que memo sin contemplaciones ya es). Su estudio argumental no molesta pero tampoco atrapa al público que tenga más de 10 años, pues todo lo que se va sucediendo es del todo típico y superficial, sin embargo el progreso argumental fluye con naturalidad y compás, logrando distraer a todo público palomitero con su dinamismo narrativo.

El film además cuenta con una dirección avezada que, a pesar de no aportar un solo sello singular (Ivan Reitman nunca ha sido ni será un Stanley Kubrick o un Steven Spielberg), ofrece un abanico de planos atinados en todas y cada una de las secuencias (hay un gran uso del gran angular y los paneos abiertos a la hora de mostrar al espectador la enorme belleza de los paisajes escogidos durante la aventura, esos minutos en los que somos parte de esa odisea natural junto a sus protagonistas resultan admirables, el plano/contraplano se mide con una precisión soberbia, el uso de los subjetivos durante la acción más intensa es todo un acierto, y la edición presta junto a planos medios durante la acción más enervada resulta notable para que nos empapemos de los lances con cercanía). El casting es otro de sus logros (con unos secundarios que sacan el poco jugo cómico que el guión les permite en su caricatura (desde el más prominente frente a la pantalla David Schwimmer pasando por Jacqueline Obradors, y llegando a las fugaces apariciones de intérpretes de calidad que años después han despuntado (Allison Janney, Danny Trejo, Temuera Morrison (aka. Jango Fett aka. Thomas Curry), y un par protagónico que, si bien no comparte química alguna (y por ello su romance resultan un tanto forzado y realmente olvidable), por separado funcionan como relojes suizos en la comedia irreverente dentro de estas peripecias de supervivencia. Harrison Ford y su pericia por correrías en selvas y galaxias está más que labrada y aquí lo vuelve a demostrar. Y Anne Heche cumple con desenfado innato y guiño confortable para con el espectador, en opinión de quien esto escribe es una actriz que pudo alzarse mucho más frente a la pantalla, pero por desgracia la industria le dio de lado cuando hizo pública su bisexualidad (se ve que en los 90 la HOMOFOBIA en la opinión pública era incluso tolerada. Algo hemos avanzado, aunque bastante tarde para Heche me temo) y esto lo dijo ella, pues al parecer rompieron varios contratos de superproducciones ya atados cuando decidió no ocultar que llevaba años de pareja con otra mujer. Una vergüenza lo de los mandamases de Hollywood y el escarnio de la prensa). La banda sonora por su parte es afable sin destacarse en ningún momento o alzar el relato.

Estamos en definitiva ante una comedia ligera, muy dejada en el guión (al que se nota no han puesto mucho esfuerzo (se torna hasta algo irreal en su inocencia y simplismo). Desde luego esto nos son unas aventuras románticas al nivel de "Tigre y dragón" (2000), "Bailando con lobos" (1990) o "Brokeback Mountain" (2005)), con personajes unidimensionales... pero llevada a escena con elegancia y actuada con solidez. Esto compensa lo gris de su libreto y torna al conjunto en un pasatiempo ameno y afable. Recomendable a todo público (menos el que no tolere las comedias de aventuras) como entretenimiento cómodo y fugaz. "Seis días y siete noches" tiene el nivel de todas las entregas Disney de "Piratas del Caribe", de "Desperado" (1995), "Epic" (2013), "La leyenda del Zorro" (2005), "Robin Hood" (1991) o "El cazador y la reina de hielo" (2016).

Lo mejor: Me quedo con el despliegue de formidables escenarios exteriores naturales y el aseo de Reitman a la hora de mostrarlos con connivencia.
Lo peor: La desidia del guión (pudo dar muchísimo más con un pelín más de empeño).