Con "Héctor" me he llevado una tremenda sorpresa, y no precisamente porque la obra me haya resultado una maravilla (¡vamos a ver! la cinta es buena, pero tampoco es que sea un portento del séptimo arte precisamente).

Y es que, atención (ojo al dato), por increíble que parezca... los miembros de la familia de "Héctor"... RESULTA QUE SON CRISTIANOS y además VAN A MISA y además TIENEN UN CRUCIFIJO EN EL DORMITORIO y además PARTICIPAN EN ACTIVIDADES DE LA PARROQUIA Y TODO (lo único que les falta para que recordemos que son cristianos es el padrenuestro diario) y además (esto es lo más "extraño") RESULTA QUE SON BUENA GENTE, ABIERTA, NORMAL, QUE VIVE EN LIBERTAD Y DEJA VIVIR. Sí, y también me lo estaba preguntando: ¿a qué es raro? (no, en la realidad ya sé que NO es raro. Me refiero al cine español. Porque en el cine español no es que sea raro ver está descripción bastante honesta, ¡es que verlo es imposible!).

Admito que como creyente aprecio el guiño, porque si nos hacemos la pregunta de qué película española de las últimas décadas no ha descrito a los cristianos de manera maniquéa, tópica, como rancios fundamentalistas y sucios criminales, la respuesta es NINGUNA (desde luego el cine español se ha ganado la fama a pulso y tenemos infinitos ejemplos, aunque quizás los cristianos/orcos de "Ágora" hayan sido los más recordados de los últimos tiempos). Tal era la costumbre (por desgracia) que tenía a esta lamentable descripción, que las grandes sorpresas del largometraje se me han dado cuando he visto mi reflejo y el de familiares y allegados con esta descripción. De todas maneras he tenido que frotarme los ojos varias veces porque no creía lo que estaba viendo... ¿seguro que era una película española? ¿estaba jugando conmigo la directora y guionista (sobre todo sabiendo quien es) y al final me iba a encontrar con alguna sorpresa? Pues no. Resulta que el cura es un cura corriente y moliente como la mayoría, y resulta que el perfil de familia media cristiana y urbanita que recorre los madriles es como si la hubiera visto en varios sitios.

Es evidente que Gracia Querejeta ofrece este perfil totalmente adrede y con plena consciencia (los detalles son los que son. Muchas gente podrá pasarlos por alto, pero para cualquier cristiano son unos detalles tan primordiales en su vida que no podrá evitar fijarse en ellos). Supongo que no sabremos nunca los motivos por los que Querejeta opta por arriesgarse con esta descripción tan inaudita (no por ello irreal) del cine patrio de los últimos tiempos, pero desde luego es un punto a favor del largo al alejarse así del cliché y del tópico que se tiene por costumbre. Son esos momentos los que me resultan destacables por lo inusuales que son en nuestro cine.

Lo cierto es que eso es solo un ejemplo. El guión sobre estos simples avatares familiares en su conjunto está llevado con cabeza, madurez y sencillez; presentándonos a una disfuncional familia (cuál no lo es) con sus luces y sombras bastante realista... pero el problema es que por su realismo el conjunto sacrifica cierta intensidad, garra y riesgo que toda trama de ficción debe tener en la gran pantalla. Los acontecimientos se van describiendo de modo exiguo (es verdad que hay algún momento llamativo, pero esos momentos se diluyen en una trama desarrollada de manera muy desaborida), los personajes se quedan en leves y sutiles pinceladas, y hay demasiadas secuencias obviables que se quedan en la anécdota gris (sobre todo en el segundo tercio) y que poco aportan al argumento. "Héctor" es a ratos inapetente y es evidente que le falta nervio en su libreto para que llegue a funcionar del todo... si hubiera tenido ese lance, arrojo y vigor que se podría demandar, lo mismo este "Héctor" hubiera llegado a ser un estupendo "El bola".

No digo con esto que sea una mala película, pero pudo ser mejor. La verdad es que el film es llevado a escena con la suficiente elegancia como para resultarnos soportable (aun sabiendo de lo soseras y monótono del desarrollo argumental). Querejeta aporta una cadencia siempre activa en su correcta realización (aunque la voz en off es algo "moñas"), y parece ser consciente de que lo que narra no va resultarnos demasiado atrayente, así que aporta recursos que dinamizan la trama (por ejemplo unos fundidos a blanco que en otro largometraje podrían ser burdos, aquí cumplen su función).

En cuanto a los papeles actorales, hay de todo: algunos engrandecen el producto y otros lo empequeñecen. Las interpretaciones de los adultos son muy buenas todas ellas (destacando en mi opinión Joaquin Climent como "paterfamilias". Un actor que suele pasar desapercibido, pero que aquí ofrece los mejores momentos interpretativos del conjunto), pero los actores jóvenes están faltos de carisma... y el protagonista Nilo Mur además a veces carece de naturalidad. Una lástima pero las cosas como son: si hubiera habido otro protagonista, tal vez estaríamos hablando de una película totalmente diferente. Mur consigue que su personaje me importe poco o nada (me acaba importando más el resto de la familia).

En fin. A "Héctor" le falta intensidad y consistencia en su argumento... y un protagonista con carisma, pero no hay absolutamente nada más que reprochar a la cinta. Dentro del cine español es destacable (sobre todo porque se aleja del tópico) ya que al menos se deja ver... pero si la englobamos dentro del séptimo arte, tan solo se queda en un largo llevadero... y poco más.

Lo mejor: Para mi sorpresa una descripción corriente y contemporánea del cristianismo...