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Acción. Thriller
Una remota mina de diamantes ha colapsado dejando atrapados a un grupo de mineros en una región lejana y helada de Canadá. Como parte de un equipo contratado para rescatarlos, el experimentado conductor de una quitahielos emprende un rescate imposible, teniendo que luchar contra una carretera helada, contra las aguas que están descongelándose y contra una amenaza que no ve venir.
5 de octubre de 2021
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El norteamericano Jonathan Hensleight dirige y escribe en su tercer largometraje un estilizado y eficiente drama de supervivencia y acción, que toma como inspiración (sin basarse en ningún hecho verídico, estamos ante una trama de pura ficción) las desventuras por las que tienen que pasar los transportistas que cruzan las llamadas "carreteras de hielo" hechas sobres los grandes lagos de Canadá. Mucha es la dificultad de transitarlas y se debe contar con buen equipo e instrucción, pero rara vez se da una fatalidad.
Los hechos de este film de ficción, que se sitúa en esas pistas heladas, nos conduce por una trama tan formulaica y efectista como eficiente y rítmica. El protagonista Mike McCann (Liam Neeson) y su hermano Gurty (Marcus Thomas) inician una misión de rescate transportando en un camión una tubería que salvará a unos mineros atrapados en la provincia canadiense de Manitoba. Pero la travesía por las Ice Roads del título van desvelando traiciones, sabotajes, conspiraciones, persecuciones, peleas y huídas por doquier.
No les voy a engañar; "Ice Road" es una película de palomitas, en cuya trama nos encontramos con "malos muy malos", "buenos muy buenos" y complots estandarizados en este tipo de producto. Pero lo cortés no quita lo valiente: a pesar de que su propuesta está más que trillada, "Ice Road" sabe encaminarse con medición y astucia por sus golpes de efecto (que producen el sobresalto que buscan), por sus misterios mantenidos (que consiguen su propósito de intriga y curiosidad en el espectador) y por sus emociones fuertes (que logran la agitación y el anhelo en la audiencia). Y es que en "Ice Road" sabemos...
Los hechos de este film de ficción, que se sitúa en esas pistas heladas, nos conduce por una trama tan formulaica y efectista como eficiente y rítmica. El protagonista Mike McCann (Liam Neeson) y su hermano Gurty (Marcus Thomas) inician una misión de rescate transportando en un camión una tubería que salvará a unos mineros atrapados en la provincia canadiense de Manitoba. Pero la travesía por las Ice Roads del título van desvelando traiciones, sabotajes, conspiraciones, persecuciones, peleas y huídas por doquier.
No les voy a engañar; "Ice Road" es una película de palomitas, en cuya trama nos encontramos con "malos muy malos", "buenos muy buenos" y complots estandarizados en este tipo de producto. Pero lo cortés no quita lo valiente: a pesar de que su propuesta está más que trillada, "Ice Road" sabe encaminarse con medición y astucia por sus golpes de efecto (que producen el sobresalto que buscan), por sus misterios mantenidos (que consiguen su propósito de intriga y curiosidad en el espectador) y por sus emociones fuertes (que logran la agitación y el anhelo en la audiencia). Y es que en "Ice Road" sabemos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...que los protagonistas van a salir de tantos entuertos pero queremos saber cómo lo logran, y también deseamos indagar hasta donde llega esa confabulación corporativa.
Desde luego el guion pudo ampliar sus miras y aportar mayores ingredientes en lo dramático, en lo técnico o en lo humorístico (y entonces estaríamos ante una cinta destacada como "127 horas" (2010), "Apolo 13" (1995), "World Trade Center" (2005), "Apocalypto" (2006) o "Los 33" (2015)) en lugar de conformarse con ser un pasatiempo atildado y ameno. Pero en eso es en lo que se queda "Ice Road" que tampoco está nada mal (dado el nivel actual del cine comercial ya es un logro). Un film que sabe rodar la acción con un progreso fervoroso y que reparte sus interrogantes y avatares aceptablemente (solo se hace algo cuesta arriba en el tramo de su clímax con unas huídas algo estiradas, pero son una excepción a una regla muy gustosa).
Además la presencia de un reparto sólido no hace sino elevar la calidad del visionado, Neeson está más que curtido en cintas de este corte con las que ha encontrado un exitazo merecidísimo (desde la saga de "Venganza" llegando a este "Ice Road" pero pasando por "Sin identidad" (2011), "Sin escalas" (2018), "Non-Stop" (2014), "Venganza bajo cero" (2019), "Infierno blanco" (que de seguro se asemejará a esta "Ice Road", lo desconozco pero la tengo pendiente y espero visionar ese largo de 2012 muy pronto), "Caminando entre las tumbas" (2014), "Una noche para sobrevivir" (2015), etc.) pues logra ese empaque de "tipo duro" sin perder un ápice de humanidad y cercanía con sus sutilezas interpretativas, pero es que Marcus Thomas (del que admito no haber visto trabajos anteriores) logra una actuación perfecta con un papel bastante complicado (no digo complejo pues sus circunstancias si bien pudieron derivar en un personaje inolvidable, el guion tan solo deja caer lo más básico y tópico de este secundario) y lo mismo se puede decir de Benjamin Walker (que casualmente hizo el mismo papel (pero de joven) que Liam Neeson en "Kinsey" (2004)), el Abraham Lincoln "cazador de vampiros" que sortea a su villano de tebeo con su altura y consistencia interpretativa.
La cinematografía por su parte es aceptable. Destaca sin lugar a dudas su fotografía que acompaña de forma realmente digna al relato, con una definición maravillosa y con un lucimiento muy bello y confortable en sus planos amplios de gélidos, luminosos y azulados paisajes. La realización por parte de Hensleight es tan tolerable y pertinente como usual y olvidable, mientras que los efectos especiales están logradísimos y consiguen de manera triunfal calar (valga la redundancia) lo que buscan.
Así pues tenemos una cinta de entretenimiento y espectáculo deleitosa solo durante su visionado. No permanecerá demasiado tiempo en la retina de cualquier espectador pero le hará pasar un momentáneo rato atrayente. Es recomendable (que no indispensable, eso se lo dejaremos a los muy aficionados a la acción de supervivencia o al último cine de Neeson) para todo público que quiera pasar un buen rato de evasión, ya que "Ice Road" entrega esa demanda sin despeinarse. "Ice Road" se sitúa al nivel de "Océanos de fuego" (2004), "La jungla 4.0." (2004), "Colombiana" (2011), "La Legión del Águila" (2011), "El mexicano" (2003) y demás fatalidades de acción por parajes exóticos superando a productos de acción más marrulleros como "La jungla: Un buen día para morir" (2013), "Misión: Imposible 2" (2000) o "La fría luz del dia" (2012).
Lo mejor: Me quedo con todas las actuaciones a nivel global, pero con el aporte de Neeson, Thomas y Walker en particular la presencia de Fishburne es meramente testimonial y tan solo un reclamo publicitario, y viene a cumplir el topicazo (ya le han podido pagar bien) de que "el negro del reparto siempre es el primero en morir en toda película de acción". Pensé que el tema estaba superado en el cine hollywoodiense pero se ve que no.
Lo peor: Que no tenga mayores ambiciones argumentales.
Desde luego el guion pudo ampliar sus miras y aportar mayores ingredientes en lo dramático, en lo técnico o en lo humorístico (y entonces estaríamos ante una cinta destacada como "127 horas" (2010), "Apolo 13" (1995), "World Trade Center" (2005), "Apocalypto" (2006) o "Los 33" (2015)) en lugar de conformarse con ser un pasatiempo atildado y ameno. Pero en eso es en lo que se queda "Ice Road" que tampoco está nada mal (dado el nivel actual del cine comercial ya es un logro). Un film que sabe rodar la acción con un progreso fervoroso y que reparte sus interrogantes y avatares aceptablemente (solo se hace algo cuesta arriba en el tramo de su clímax con unas huídas algo estiradas, pero son una excepción a una regla muy gustosa).
Además la presencia de un reparto sólido no hace sino elevar la calidad del visionado, Neeson está más que curtido en cintas de este corte con las que ha encontrado un exitazo merecidísimo (desde la saga de "Venganza" llegando a este "Ice Road" pero pasando por "Sin identidad" (2011), "Sin escalas" (2018), "Non-Stop" (2014), "Venganza bajo cero" (2019), "Infierno blanco" (que de seguro se asemejará a esta "Ice Road", lo desconozco pero la tengo pendiente y espero visionar ese largo de 2012 muy pronto), "Caminando entre las tumbas" (2014), "Una noche para sobrevivir" (2015), etc.) pues logra ese empaque de "tipo duro" sin perder un ápice de humanidad y cercanía con sus sutilezas interpretativas, pero es que Marcus Thomas (del que admito no haber visto trabajos anteriores) logra una actuación perfecta con un papel bastante complicado (no digo complejo pues sus circunstancias si bien pudieron derivar en un personaje inolvidable, el guion tan solo deja caer lo más básico y tópico de este secundario) y lo mismo se puede decir de Benjamin Walker (que casualmente hizo el mismo papel (pero de joven) que Liam Neeson en "Kinsey" (2004)), el Abraham Lincoln "cazador de vampiros" que sortea a su villano de tebeo con su altura y consistencia interpretativa.
La cinematografía por su parte es aceptable. Destaca sin lugar a dudas su fotografía que acompaña de forma realmente digna al relato, con una definición maravillosa y con un lucimiento muy bello y confortable en sus planos amplios de gélidos, luminosos y azulados paisajes. La realización por parte de Hensleight es tan tolerable y pertinente como usual y olvidable, mientras que los efectos especiales están logradísimos y consiguen de manera triunfal calar (valga la redundancia) lo que buscan.
Así pues tenemos una cinta de entretenimiento y espectáculo deleitosa solo durante su visionado. No permanecerá demasiado tiempo en la retina de cualquier espectador pero le hará pasar un momentáneo rato atrayente. Es recomendable (que no indispensable, eso se lo dejaremos a los muy aficionados a la acción de supervivencia o al último cine de Neeson) para todo público que quiera pasar un buen rato de evasión, ya que "Ice Road" entrega esa demanda sin despeinarse. "Ice Road" se sitúa al nivel de "Océanos de fuego" (2004), "La jungla 4.0." (2004), "Colombiana" (2011), "La Legión del Águila" (2011), "El mexicano" (2003) y demás fatalidades de acción por parajes exóticos superando a productos de acción más marrulleros como "La jungla: Un buen día para morir" (2013), "Misión: Imposible 2" (2000) o "La fría luz del dia" (2012).
Lo mejor: Me quedo con todas las actuaciones a nivel global, pero con el aporte de Neeson, Thomas y Walker en particular la presencia de Fishburne es meramente testimonial y tan solo un reclamo publicitario, y viene a cumplir el topicazo (ya le han podido pagar bien) de que "el negro del reparto siempre es el primero en morir en toda película de acción". Pensé que el tema estaba superado en el cine hollywoodiense pero se ve que no.
Lo peor: Que no tenga mayores ambiciones argumentales.