Me encuentro sorprendiendome a mi misma... al puntuar una película española escrita y dirigida por Ángeles González-Sinde (que, aparte de "regalarnos" su gestión en el ministerio de educación en la era ZP, resulta la autora de diversas aberraciones al Arte como son el guión de la terrible "Mentiras y gordas" o de la serie "A los once en casa") con tan alta nota (nota que comparte en mi lista con lo mejor de Scorsese, Spielberg, Mendes, Wells o Nolan entre otros). Pero sí, me rindo: el debut de González-Sinde en la dirección con "La suerte dormida" resulta en un film destacado y consistente (merecido su Goya, desde luego)... aunque casi todo (por no decir todo) el tirón de la cinta se lo deba a la colosal interpretación de Adriana Ozores (el resto se sostiene por lo jugoso de su temática jurídico-social, que evoluciona de manera aceptable).

El largometraje nos describe un drama dual (con una trama intimista y otra social entrelazadas) en el que una abogada que ha sufrido una gran pérdida (y que resiste con esa vida rota por dentro rehuyendo de los temas sensibles para ella) decide defender el caso de un peón fallecido en un accidente en una mina... un accidente que esconde negligencias y corruptelas varias de grandes empresas y gobiernos vendidos. Cuantas más energías pone la abogada en defender su causa, más se va despertando de su letargo en el "duelo".

Sin duda nos encontramos con que la directora nos ofrece una propuesta (basada en hechos reales) bastante inusitada en el cine español (¡gracias por no ser otra película más de la guerra civil!) y de lo más interesante (aunque no original, los cinéfilos empedernidos estamos más que acostumbrados a los dramas jurídicos de "abogado idealista Vs. gran corporación". Se compara a este film bastante con "Erin Brokovich". Pero para cinta destacada por esos lares... nos encontramos con "Legítima defensa" de Francis Ford Coppola, que ahonda mucho más y con más elegancia y pulso en la enrevesada y enervada trama jurídica). Una propuesta que no cae en saco roto, pues se desarrolla con naturalidad, prudencia y cabeza... quitando algunos detalles que no prosperan por falta de esfuerzo (más en spoilers) y unos minutos finales algo más forzados y tópicos, en el resto del metraje nos topamos con un guión solícito y afanoso.

Pero esta vez el cimiento fundamental de un metraje es la ACTRIZ y no tanto un guión que (a pesar de que explote notablemente a su personaje principal y eso ensalce el film continuamente gracias a la interpretación de Adriana Ozores) ya hemos visto de una u otra manera, y llevado a la pantalla aun con más madurez y cuidado que aquí.

Aun así la interpretación protagonista, la jugosa temática y su desenvoltura cabal (por este orden de importancia) son suficientes para realzar un metraje, resultando agradecido y cautivador. Los lastres del film (que no son pocos. No estamos ante una obra maestra ni ante el culmen del drama judicial ni mucho menos. A pesar de que el film cuenta con un buen montaje, no es el acabose y erra en algunos puntos alargando planos innecesariamente y quitando fluidez al relato. Por otra parte la plasticidad de la cinta es muy dejada... ya no es que no haya ni un solo alarde estético... ¡es que no hay ni siquiera inquietud por ello!; con una fotografía olvidable y una composición de planos que no pasará a la historia (más falta de ingenio que de presupuesto, diría yo. Pero esto se parece más a la estética de una sit-com diaria) aquí sí que viene a la cabeza Steven Soderbergh y sus encuadres y fotografía en "Erin Brokovich"... echándole en falta. La ínfima banda sonora por su parte es espantosa y desacertada (aquí también se echan en falta compases como los de Thomas Newman en "Erin Brokovich") resultando un lastre para el visionado más que un aliciente) se difuminan sin apenas problema gracias a la imponente presencia interpretativa de Ozores (a la que no recuerdo mejor que aquí. ¡Y mira que me ha sorprendido en espléndidas y pulidas actuaciones! (desde "Plenilunio" pasando por "El palo", "Héctor", "Heroína" hasta su memorable malvada en "Gran Hotel") pero esto es un verdadero "tour de force" en el que Ozores llena la pantalla en su papel quizás más agradecido cargado de matices, vicisitudes y fondo. La actriz lo transmite todo, se llena de naturalidad, honestidad, fuerza y empatía, ofreciendo multitud de capas en un personaje que es apagado a la par que esconde una potencia inherente (atención a como juega la intérprete con capacidad con la sutileza, diciendo mucho con muy poco). El resto de actores están acertados por su parte, pero poco aportan pues su construcción es más desdibujada y no de tanto calado como la de la protagonista) y en menor medida a la miga del tema a tratar que despierta su obligada curiosidad.

En fin. "La suerte dormida" es una cinta escueta en su desarrollo argumental y exigua en su estética; una película en la que está claro que faltan detalles de calidad a nivel plástico, más intriga y progreso en la conspiración y un mayor trabajo en su poderío dramático (sobretodo en lo que respecta a los personajes del drama social). Pero lo que nos ofrece en su trama es lo suficientemente interesante, y cuenta con una enorme interpretación que eleva la cinta y que merece verse y destacarse en la filmografía española.

Lo peor: La música. La ínfima preocupación lírica a nivel visual. Detalles en el libreto (y en ocasiones en la dirección) mal elegidos que evidencian poco esfuerzo...