Es bastante cruel decirle a una mujer con ya 40 años que su valor en el mercado de citas ha bajado enormemente con el paso del tiempo. A algunas, más centradas en otras cosas, debe importarles poco. No obstante, a muchas (muchísimas), le importará y dolerá bastante. La cosa es así. Una mujer centra mucho esfuerzo en su físico porque sabe que un porcentaje elevado de su valor va en su apariencia externa. Es duro, pero también los tíos tenemos problemas y a las mujeres no suelen importarles mucho (ya que es un género tan centrado en sí mismo y tan egoísta desde siempre). A Catherine Zeta Jones la vida le ha pegado fuerte en ese sentido, si bien en esta época aún era atractiva, en fotos que he visto del año 2023 ya no lo es. Conserva un físico, pero esa cara de mujer guapa ya no está…

Bien, esto es lo que le pasa a la Zeta Jones, qué en esta película romántica, que no hace mucha gracia, pero que entretiene es dejada por su marido que es un cabronazo infiel más feo que un perro cagando. Una película que tenía almacenada por tiempo y que tenía que ver ya. El chico joven que es el amante de la Zeta Jones hace un bonito papel (paso de aprender el nombre de un actor que no ha hecho apenas nada más que yo sepa en el sector cinematográfico). Bueno, a ver, el chico hace de buen chico más joven que la Zeta Jones con la que se acuesta ella, y él ella y eso… Ya puedes imaginar la simpleza del argumento porque ya no hay mucho más al respecto… Personajes cómicos (mínimamente), alrededor de la parejita… No hay mucho más que contar. Sale Art Garfunkel como padre del amante de la Zeta Jones. Su final es estilo Hollywood.

Con lo guapa que fue esta mujer, la cual probablemente con su físico alcanzó todo, y haberse quedado en la mujer de Michael Douglas qué, además, está enferma de bipolaridad pues… Es una peli que la puedes ver, pero que a las dos horas se te ha olvidado la mitad porque es terriblemente irrelevante. Será de las últimas pelis de esta mujer. Le voy a poner un 4… Por cierto, los niños, de críos son muy graciosos por lo impertinentes que son. No sé, le pondré, por ellos, un 5.