Sorprendente lo que se puede hacer si se tiene talento. Un corto con pocos recursos donde se nos cuenta una historias con varias lecturas posible donde tres socios se hacen con una tierra con oro y la condición de que para venderla los tres deben estar de acuerdo o bien muertos. El camino final puede verse de distintas formas… Desde luego esa tal Carol recordará mucho a su chico visto como acaba.

Hay que tener en cuenta que el cortometraje no tiene diálogos, que todo es narrado y en blanco y negro y aun así sorprende. Te la recomiendo que son sólo dieciséis minutitos de nada y entretiene y te trasmite suspense.