No recomiendo a nadie ver una película sin ganas y forzado por cualquier persona o chorrada, porque acabas odiando historias que no deben ser odiadas y si bien el film no es malo, no puedo valorarlo con cariño, porque tuve que verlo por narices y por lo poco interesante que me resultó no puedo darle más de un 4. Me encanta la cara de Debra Winger, y cada vez que veía su cara me acordaba de aquella otra chica que descubrí entre libros roñosos, tímida y alegre que perdía sus mañanas en la biblioteca de un pueblo que aborrezco y que está destrozando mi vida como es Écija, en Sevilla. Durante el visionado de la película, no pude dejar de pensar en esa chica a la que nunca tuve el valor de decir un: ¡Hola! Eso acabó con el mínimo interés que tenía para mí un film que no me decía nada y que ha pasado casi desapercibido para el gran público a tenor de las escasas críticas que tiene. Que tiene algunas situaciones algo misóginas (que lo diga yo es increíble), y el único aliciente, para mí, de ver a una Debra Winger que todavía se creía heterosexual.

El film es poco verosímil: ¿Por qué una investigadora del FBI deja su empleo, donde es aceptada y valorada, y se embarca en la búsqueda de una asesina que parece un fantasma? Llega a hacerse amiga de "la viuda negra" que nunca es detenida... Esa relación de compadreo final existente donde se acaban haciendo amigas y ese final con sorpresa donde yo ya tenía en mi mente más mi cama que la película, me dejaron con pocas ganas de seguir viéndola y con preguntas retóricas, que como buenas preguntas retóricas, no espero que sean respondidas. No es mala, pero es rara.

Por cierto; la traducción del título en castellano es tan libre que molesta... Y ya sí que me voy a la cama.