Esperé la emisión del largometraje con cierto excepticismo y no pude evitar aburrirme en algunos momentos del film, pero fueron momentos contados y en su mayoría me dejó satisfecho como puta con dinero en el bolsillo. Por lo general Will Ferrell me gusta mucho. Es del ingente número de actores nacidos bajo los focos del inefable "Saturday Night Live", el de verdad; no la espántosa adaptación española, que más me gustan. No puedo evitar reírme cuando pone esa cara de memo o hace cualquier parida. El argumento me llamó la atención y para variar, iba a presenciar una película ambientada en el mundo del basket (al cual soy del todo ajeno) en tonos de humor. El papel de Harrelson se queda en un quiero y no puedo, un triste personaje que carece de gracia por donde lo mires y que no me emociona nada. Sin duda el alma del film es el gran promotor Jackie Moon (Will Ferrell), que demuestra no ser tan estúpido con sus buenos dotes para el "marketing" y el papel de André Benjamin como Coffe Black, el mejor y más capacitado jugador de los Tropic de Flint. Esperaba una peli malita y me gustó.