De lo mejor que ha 'parido' el cine español en los últimos años. Dotada de realismo, de grandes escenas (de las mejores del cine nacional), de personajes bien dibujados, una ambientación marginal excepcional y una historia bastante buena (además de poco habitual en el país). El espectador casi puede sentir y oler la Sevilla más baja de la pre-Expo 92', siente la tensión tras la pantalla y casi casi palpa la realidad. Antonio de la Torre se como la pantalla y nos dice sin decir nada, simplemente con su mirada, 'aquí estoy yo', 'soy uno de los mejores actores del panorama nacional'. Buena, buena, buena, pero no obra maestra. Recomendable.