La Fuente de la Vida (The fountain), la entrega del 2006 de un director un poquito pretencioso llamado Darren Aranofsky, tuvo una historia complicada llena de altivajos (y el resultado fue cualquiera).

Todo nació de un script de ciencia-ficción filosófica y metafísica, donde tres alter-egos de un mismo personaje, separados a travez del tiempo a 500 años de "distancia" entre si, comparten la búsqueda de un elemento que otorga la inmortalidad. Los tres épicos tipejos estan interpretados por Hugh Jackman, que quizo cobrar el triple, pero lo sacaron cagando.

1) El Conquistador del pasado:

En el siglo 16 la reina de España Rachel Weisz se siente acosada por un malvado llamado El Gran Inquisidor - que no quiere decir que el tipo se la pasa preguntando cosas, sino que era la máximo autoridad del salvaje tribunal eclesiástico que fue la Inquisición Española (¡Nadie la espera!).

A modo de zafar de tan apremiante situación, envia a Hugh al nuevo mundo en busca de cierto árbolito mítico oculto por los Maya, "La Fuente de la Vida". Misteriosamente, tanto la reina de España como todos sus acólitos, hablan todo el tiempo en Inglés.

2) El Doctor del presente:

En la actualidad, Hugh es un oncólogo que busca desesperadamente salvar a su esposa - otra vez Rachel Wise - y para ello experimienta a contrarreloj buscando una cura en base a un éxotico vegetal guatemalteco.

Usando como conejillo de indias a un mono (es curioso como en los laboratorios nunca usan un conejillo como conejillo de indias), su abnegado equipo de científicos testea este nuevo medícamento, esperando resultados positivos que avalen su posterior aplicación en los seres humanos.Para su sorpresa, el simio bautizado "Donovan" (preferible ponerselo a un mono y no a un lagarto) no solo se cura, sino que rejuvenece. ¡A la mierda! ¿Que extraño poder tiene esta plantita?

3) La parte lisérgica comienza en el año 2500 donde vemos a nuestro amigo Hugh flotando en el espacio dentro de una bola de cristal gigante que ademas contiene un arbol re-lindo con quien tiene dramaticos diálogos (monólogos, el arbol no contesta).

Crease o no, el árbol es una encarnación (¿envegetación?) de su esposa Rachel Wise, y si llegan a tiempo a Xibalba la podra salvar de que se marchite. Para matar el tiempo en este ambiente tan limado, Hackman hace meditación trascendental y practica Tai-chi-chuan, y cada tanto le habla y le hace unos mimos al árbol.

CONCLUSIÓN SOBRE LA PELÍCULA: Si yo y el resto de los usuarios de FilmAffinity no te hemos convencido de que te alejes de este truño, preparate para un film de deliberado "sentimentalismo", pretensiosa a más no poder, por momentos incomprensible, de imagenes y música fastuosa en busca de tapar su mediocre dirección. Por suerte, Aranofsky se redemiría de este mal paso con sus futuras "El Luchador" y "El Cisne Negro".