Muchas veces vamos a ver una película esperando historias insólitas llenas de emoción que nos sobrecojan, que nos pongan los pelos de punta, llevándonos a evadirnos de la realidad.

Pues bien, ese no es el objetivo de Alta fidelidad. Pero ver esta película no deja de ser una experiencia más que agradable por los motivos que voy a exponer a continuación.

A pesar de no ser ni mucho menos una persona ejemplar, enseguida nos metemos de fondo en la mente del protagonista, llegando durante hora y media a dejar nuestra vida para vivir la suya, para vivir su tormentosa relación con Laura, los celos al quedar abandonado por ella, al recordar todas sus antiguas relaciones fracasadas y al compartir con él sus rayadas de cabeza y pajas mentales; todo con un background musical de gran calidad, como el que podemos tener nosotros en nuestra cabeza durante todo el día.

Y, cuando "despertamos" de la peli, tenemos esa sensación de "Dèjá vu", de haber vivido ya todas las situaciones descritas en la peli* y de poder asociar la psicología de cada personaje con la de alguien que conocemos, así como las relaciones que se dan entre ellos.

Esta cinta no evade de la realidad, sino que produce un "regreso a la realidad" que nos sorprenderá gratamente. Y porque hay pocas películas capaces de esto, le doy un 9.