Una vez vista, reconozco las cualidades que le atribuyen los críticos profesionales plasmadas en esta misma página de filmaffinity. Su sensibilidad, su profundidad, su crudeza, su descripción tan precisa y delicada de un contexto, de una vida trágica y de la evolución dentro de la misma de un auténtico superviviente.

Pero también me pareció un tanto tostón, y tampoco me pareció que añadiera algo nuevo a lo ya visto y conocido.
Se recrea mucho en el desarrollo de las escenas, como procurando que dejen trascendente impronta en las retinas de los espectadores y deje suspendida en el aire el aura de su propio intenso y hondo mensaje subyaciente.

El caso es que lo primero que me vino a la mente es que el óscar sorpresa a la mejor película que recientemente ha recibido se debe a la polémica de la gala del 2016, con el boicot de miembros de raza negra por su escasa presencia en el certamen, que ha desembocado en que en el 2017 la academia, subrepticiamente, haya determinado que este año el máximo galardón se le debe entregar a una película "negra".
De hecho, mas negra no puede ser. Se supone que transcurre en Miami, pero la única presencia de algún blanco que detecté fue casi al final de la peli, en la que en un restaurante donde transcurría la escena, se deja ver algún cliente de raza blanca.
Así la academia queda en paz con esta raza y sus reivindicaciones y se apunta un tanto a la correción política.

No digo que no sea una película con virtudes, que las tiene, pero en una edición en la que una obra como La La Land está tan meticulosamente diseñada para triunfar en los óscar y parecía que iba a arrasar, esta sorpresa de última hora me parece que fue un guiño de desagravio por la refriega del año pasado.

Y si quieren la opinión de un crítico que, por lo menos para mi, refleja y retrata bien el espíritu de esta película, recomiendo que lean la crítica de Carlos Boyero, que personalmente, me ha parecido muy acertada.