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Voto de BigCat:
5
5,6
20.044
Comedia
Peter Highman (Robert Downey Jr.), un serio arquitecto que está a punto de ser padre, tendrá que cruzar todo Estados Unidos, desde Atlanta hasta Los Ángeles, para asistir al nacimiento de su primer hijo, pero también tendrá que soportar a un excéntrico compañero de viaje (Zach Galifianakis). (FILMAFFINITY)
7 de noviembre de 2010
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resumen: Tipo sarcástico y con poca paciencia topa con sujeto raro y crispante y ambos se ven inmersos en un viaje contrarreloj a través del país para llegar a tiempo al parto de la esposa del tipo sarcástico. Cabe añadir que el sujeto raro y crispante viene con perrito incluido, de esos con el hocico chato, feos pero adorables. El perro se llama Sony, y lo curioso es que sólo me acuerdo del nombre del can, lo cual dice mucho de la película o de las dotes interpretativas del perro.
Entretiene, aunque no deja de ser una tontería. A ratos crees que se va a ir todo al garete, pero entonces pasa algo (un diálogo, una escena, un gesto) que te reengancha al, reconozcámoslo, simple pero ameno argumento. Por supuesto, y al margen de ser entretenida, contiene partes bochornosas para el género humano e incluso para el género perruno (porque todos sabemos que los perros no se masturban con la patita, si acaso se rozan contra un árbol, una farola, una pierna o lo que se tercie). Pero también tiene cosas graciosas. No es como para perder los papeles riéndose ni caerse de la silla, pero alguna sonrisita te saca, y si me apuras incluso una carcajada.
No llega al nivel de "Resacón en Las Vegas" porque es mucho menos trepidante. Pero se salva porque los dos personajes tienen química. Además, la presencia del perro hace mucho, no nos engañemos. Ah, y por supuesto, la lata de café tiene un papel esencial.
Entretiene, aunque no deja de ser una tontería. A ratos crees que se va a ir todo al garete, pero entonces pasa algo (un diálogo, una escena, un gesto) que te reengancha al, reconozcámoslo, simple pero ameno argumento. Por supuesto, y al margen de ser entretenida, contiene partes bochornosas para el género humano e incluso para el género perruno (porque todos sabemos que los perros no se masturban con la patita, si acaso se rozan contra un árbol, una farola, una pierna o lo que se tercie). Pero también tiene cosas graciosas. No es como para perder los papeles riéndose ni caerse de la silla, pero alguna sonrisita te saca, y si me apuras incluso una carcajada.
No llega al nivel de "Resacón en Las Vegas" porque es mucho menos trepidante. Pero se salva porque los dos personajes tienen química. Además, la presencia del perro hace mucho, no nos engañemos. Ah, y por supuesto, la lata de café tiene un papel esencial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es extraño que en una comedia de este tipo haya momentos que emocionen, pero cuando al pobre hombre se le cae la lata de café en la cocina del amigo del otro (el otro es Jamie Foxx, quien tiene un papelito muy breve) y las cenizas quedan esparcidas, a mí me llegó al alma. Verlo allí agachado recogiendo las cenizas de su padre con desesperación, y teniendo en cuenta que se acababan de beber tres tazas de café a base de polvo humano... no sé, me dio penita. Del polvo venimos y al polvo regresamos, pero nunca en la vida pensé que del polvo se podía hacer café (y bebérselo). Inevitablemente recordé cuando tuve que tirar las cenizas de mi abuela en el mar, y supongo que todo el asunto me tocó la fibra. Le dedico esta crítica a mi abuela, porque ella se hubiera reído.
Iaia, t'estimo i et trobo a faltar.
Iaia, t'estimo i et trobo a faltar.