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España España · barcelona
Voto de saltparadise:
9
Comedia. Musical Una irreverente comedia de marionetas. Aunque la morsa es un productor ambicioso, cuenta con un equipo muy poco profesional: un miedoso zorro que ejerce de director, una rana drogadicta, una rata que hace películas porno con vacas y cucarachas, un elefante maníaco y depresivo. Además, está su peor enemigo: la ballena, que es el capo de la mafia. (FILMAFFINITY)
19 de octubre de 2007
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de que Frodo recorriera la Tierra Media, o alguien dijese Atrápame a esos fantasmas o incluso antes aún que la deliciosa Criaturas celestiales viera la luz o su curioso y controvertido falso documental Forgotten Silver (con el que hizo cambiar la Historia de un plumazo) y la celebrada Braindead ("tu madre se ha comido a mi perro" dijeron aquí que debía llevar por subtítulo) Jackson, el ogro bueno del cine de género, hurgaba en las entrañas del ser humano con un rastrillo. De ese período nacieron Meet the feebles, Bad Taste y cerrando la trilogía la mencionada Braindead.
Meet the feebles, una truculenta y rocambolesca historia, que estaba destinada a ser un cortometraje originalmente, protagonizada por marionetas que emulan a los Puppets creados por Jim Henson pero que están sin duda al otro lado del espejo y de la ley!
La historia se desarrolla casi en su totalidad entre las bambalinas de un teatro cutre y sórdido repleto de pasillos y habitaciones claustrofóbicos que bien podrían ser una metáfora o representación del laberíntico inconsciente de Peter Jackson. Una Diva hipopótama despechada y bulímica, que es la amante de una morsa mafiosa y bigotuda sin escrúpulos ni moral que dirige el teatro, un zorro gay con sueños de estrella, una mosca paparazzi, una rana ex boina verde heroinomana, una vaca pornostar, un elefante voyeur, una gata sexy con cierta predilección hacia la práctica de las felaciones, una rata que filma pelis snuff y porno en la trastienda, un gusano patético y enamoradizo, un fakir con la cabeza literalmente metida en el culo, un conejo sifilítico , y un erizo tímido atontado y con madera de héroe que se enamora de una linda perrita blanca a la que constantemente alguien intenta violar, son la fauna que compone la zoología jackson en este intrépido y arriesgado film.
Perfectamente resuelta a nivel técnico Jackson hace uso de unos, más o menos rápidos travellings por pasillos, camerinos, urinarios, sótanos y otras dependencias del teatro para contrarrestar cierto estatismo del que adolecen los muñecos, que por otro lado con la expresividad facial y los rasgos que se les han marcado y que los define contrarrestran otras carencias.
Se trata así de un viaje por los claroscuros de estos alter ego de los Teleñecos, de sus vivencias y miserias agridulces a través de un humor ácido, casi corrosivo, sin concesiones, repleta de escatología aunque con una mirada atenta y melancólica que nos aproxima a estos pequeños monstruitos.
Risa a raudales, diversión garantizada y un clímax protagonizado por el zorro y su intento de salvar el show con el tema musical Sodomy que no tiene desperdicio. Esta cinta, como las anteriores y posteriores ponen de relieve el gusto de Jackson por las máscaras, los disfraces, la fealdad, que a fin de cuentas es tal y como el concibe este mundo. Un mundo repleto de máscaras y horror que bien sabe perfilar con su cámara como si se tratase del expresionista Ensor.
saltparadise
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