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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
7
Ciencia ficción. Aventuras El empresario Archer, el general retirado Powers y el investigador aeroespacial Anderson colaboran en la puesta en órbita de un cohete propulsado con energía atómica. Construyen la nave espacial "Luna" en una base secreta del desierto de Mojave, pero agentes de una potencia extranjera intentan sabotearles. Cuando ven peligrar la misión, deciden adelantarse a sus enemigos y despegar con destino a la Luna... (FILMAFFINITY)
13 de septiembre de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película marca el comienzo del esplendor del cine estadounidense de ciencia-ficción de los años 50, después de una década, la de los 40, en la que este género cinematográfico casi desapareció. Destaca también por el tono objetivo, didáctico y pretendidamente documental -como se observa en el maravilloso cortometraje de animación con el Pájaro Loco explicando la teoría y la práctica de un viaje a la Luna- con el que se afronta el tema, en lo cual esta producción del húngaro George Pal contrasta con otras producciones suyas inmediatamente posteriores, como "Cuando los mundos chocan" (When Worlds Collide, 1951), dirigida por Rudolph Maté, o "La guerra de los mundos" (The War of the Worlds, 1953), dirigida por Byron Haskin, en las que el elemento científico deja paso al religioso, y a una concepción más loca de la ciencia-ficción.

Esta película, aunque no tenga grandes estrellas en su reparto, se puede considerar, como las otras mencionadas más arriba, de gran presupuesto, pues al uso del color se une el cuidado puesto en los efectos especiales, los decorados, y todos los detalles que hacen más o menos creíble esta historia. Una historia en la que lo menos creíble es el guión, pues la tripulación se improvisa, la integran hombres no sólo bastante mayores, sino carentes de la habitual y necesaria preparación física, y el viaje se acelera ante las trabas puestas por la autoridad. Es decir, los tripulantes se saltan todas las autorizaciones y los plazos, yéndose a la Luna porque sí, y encima luego quedan como unos héroes, al llegar a la Luna. Todo eso es ciencia-ficción, desde luego. Pero ciertamente esta película trataba de animar a la realización de una conquista del espacio espoleada por la Guerra Fría, a la que se alude de forma poco explícita.

Hay que destacar la unión de talentos reunidos en esta película: el animador George Pal como productor, el escritor de ciencia-ficción Robert A. Heinlein como autor del argumento y co-autor del guión, Chesley Bonestell como autor de los increíbles fondos pintados de la Luna, Lee Zavitz como responsable de los efectos especiales, más los responsables de la fotografía en color, de los decorados, etc. No nos olvidemos tampoco del director, Irving Pichel, ni del animador Walter Lantz.
Pedro Triguero_Lizana
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