"Arma fatal" es la segunda entrega de la llamada "trilogía del Cornetto", y en mi opinión no llega a la altura de la previa "Zombies Party (Una noche...de muerte)" (Shaun of the Dead, 2004), pero es mejor que la posterior "Bienvenidos al fin del mundo" (The World's End, 2013). En realidad, estas tres películas son parecidas: un universo lleno de referencias cinéfilas en el que los bares sirven de refugio se configura para establecer desafíos para los protagonistas, unos protagonistas que, aunque tratan de hacer frente a las dificultades de la vida cotidiana, se prueban a sí mismos cuando las fantasías de las películas invaden ese mundo cotidiano: el cine de terror en "Zombies Party", el cine de acción en "Arma fatal", y el cine de ciencia-ficción en "Bienvenidos...".

"Arma fatal" es una comedia divertida, pero, pese a la solidez del punto de partida, se vuelve irregular por la insistencia del guión en acumular asuntos (asesinatos, conspiraciones, cinefilia), y situaciones un poco tópicas. Pese a todo, se deja ver, especialmente por las actuaciones del reparto, encabezado, cómo no, por Simon Pegg y Nick Frost.