Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Pedro Triguero_Lizana:
6
Thriller. Drama La humanidad convive con los "retornados", gente de apariencia normal que ha sido infectada por un virus devastador. Sólo la inyección diaria de una proteína evita que se transformen en zombis. Kate trabaja en una unidad de investigación intentando encontrar urgentemente una vacuna definitiva que impida que la epidemia se expanda. Además, la mueve una poderosa razón de carácter sentimental: su novio Álex es un "retornado". Cuando el ... [+]
10 de abril de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
En esta curiosa coproducción hispano-canadiense, rodada principalmente en la ciudad de Sudbury, Ontario, Canadá, se quiere renovar el mito de los zombis convirtiendo la naturaleza de éstos en una enfermedad que puede controlarse mediante un determinado tratamiento médico, que hace crónica la enfermedad. Así, estos zombis son personas vivas, y pueden pasar por personas normales, y llevar una vida normal, siempre que se tomen la dosis necesaria de una determinada medicina. Si no es así, se vuelven unos locos asesinos, y tarde o temprano mueren.

A partir de este interesante planteamiento, la película elabora a la vez una historia de amor demasiado blanda para mi gusto; una reflexión sobre la marginación y el rechazo social que provocaron y provocan determinadas enfermedades contagiosas, como el SIDA; un "thriller" de hospitales que de forma astuta no remite a ningún país en concreto; y, sobre todo, una parábola sobre las enfermedades terminales, y sobre los sentimientos de cada parte -enfermo y persona acompañante- frente a lo inevitable de la muerte.

El resultado, pese a todo, no es muy brillante, pero no se le puede negar originalidad y ambición al conjunto.Por supuesto, es legítimo usar al zombi para hablar de temas actuales de interés; pero, si por ser originales, se aleja tanto al zombi del terror, y ya no da miedo, y sólo es una víctima, y encima ser un zombi es sólo una enfermedad que la medicina puede tratar y controlar, se pierden las señas de identidad de toda una mitología. Lo que pasa aquí es algo parecido a lo que ya ocurría en "Los viajeros de la noche" (Near Dark, 1987), de Kathryn Bigelow: por querer ser original y renovar los mitos, se corre el peligro de hacer el ridículo. Lo mejor que se puede decir de este film es que, por lo menos, no llega a ese punto, al que sí llegaba el largometraje de Bigelow.
Pedro Triguero_Lizana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow