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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
9
Drama Este clásico del cine argentino nos describe la infancia marginal, a través de un niño solitario, y su vida a medio camino entre su barrio pobre y el reformatorio. (FILMAFFINITY)
16 de septiembre de 2013
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante la ópera prima de Leonardo Favio, y ante el primer título de la primera trilogía realizada por este director, actor y cantante, conformada luego por "Éste es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más..." (1966), y "El dependiente" (1969). Esta película, rodada en 1963 y estrenada en 1965, nació de una idea de Favio, que el posterior apoyo de Leopoldo Torre Nilsson -cineasta al que Favio dedica el film, y que previamente había empleado a Favio como actor- hizo posible hacer realidad.

Con dos escenarios principales consecutivos -primero, un reformatorio, y luego, una villa miseria de las afueras de Buenos Aires- es, lógicamente, y a partir de ahí y del protagonismo de un niño con una vida muy dura, Polín (Diego Puente), un film duro, áspero, cruel a veces, que se mueve -parece obligado hablar de referencias extranjeras, concretamente europeas, cuando se trata de cine argentino de arte y ensayo de los años 60- entre Robert Bresson y Andrei Tarkovski.

Y, sin embargo, es un film muy personal, que contiene, según dijo el propio Favio, alguna nota autobiográfica, y en el que la aspereza de los ambientes no impide, es curioso, una poderosa fuerza poética, una fuerza poética cuya fuente habría que buscar en primer lugar en el cine argentino, en el cine de Torre Nilsson, del cual es bastante deudora la primera trilogía de Favio. La larga secuencia en el río, el contraste entre la placidez y el horror, es un buen ejemplo al respecto de la enorme fuerza poética del film, instalada entre el naturalismo y lo trascendental.

Polín deambula, camina, observa; mira, como un testigo privilegiado que nos concede su privilegio, el mundo de los adultos, y de los niños. La cámara de Favio, en "travellings", y hasta en planos cenitales, explora, con toda libertad, este deambular, y este descubrimiento del mundo.
Pedro Triguero_Lizana
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