Es un documental interesante, por lo menos para mí, que no sabía nada de este cantante, ni del grupo británico The Clash. Me da la impresión de que, en el punk-rock de los años 70-80, no importaba tanto el estilo musical en sí mismo como el mensaje y la letra de las canciones, que, en el caso de The Clash, estaban muy en contra del orden establecido, o eso se deriva del documental. Strummer, por otro lado, no era, siempre según el relato elaborado por este film, el típico divo del rock anglosajón, engreído, endiosado y excéntrico -otras fuentes en las que he investigado un poco, como la Wikipedia, corroboran esta diferencia, por ejemplo en cuanto a su relación con los "fans"- y la película pinta, en general, un retrato bastante positivo de este músico, pero sin llegar a la hagiografía, afortunadamente.