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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
3
Comedia Atendiendo a los clientes de los grandes almacenes, las vendedoras, con su uniforme azul, se desviven para servirles. Pero en sus jóvenes mentes, una idea supera todas: la caza de un marido. Ana, enamorada de Juan, que parece encontrarse muy bien en su condición de soltero. Olga tiene aspiraciones de más alto nivel, su novio debe ser propietario de un gran coche. Pilar aspira a ganar un concurso radiofónico. Y allí está también Álvaro, ... [+]
23 de agosto de 2017
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Las películas producidas por la empresa Ágata Films de José Luis Dibildos en el contexto del cine español de fines de los años 50 son algo así como la expresión cinematográfica nacional no sólo de un determinado tipo de comedia blanca y optimista, a menudo situada en escenarios urbanos, y fabricada por los mismos años en Italia o en Hollywood, sino también la expresión cinematográfica de la España ideal a la que trataba de llegar el franquismo: liberados de las estrecheces de la primera posguerra, y con la ayuda del amigo americano, España llegaría por fin a equipararse con el resto de los países de Occidente en cuanto a desarrollo material, confort, ocio y consumismo. La llegada de la televisión en 1956 era un indicio de todos esos ideales, y un símbolo de una nueva época. Por supuesto, la realidad no era tan maravillosa, pero supongamos, entendamos, que las películas de Dibildos cumplían sueños, y permitían un determinado escapismo, y que a veces lo hacían con cierta fortuna.

Por desgracia, no es éste el caso de "Las muchachas de azul", un film muy flojo y ñoño que no me ha gustado, y que parece tener dos objetivos, hacer publicidad encubierta de "Galerías Preciados" y mostrar las estrategias de las mujeres jóvenes de Madrid para conseguir un novio. Por supuesto, ni estos grandes almacenes eran tan maravillosos, ni todas las mujeres madrileñas solteras estaban obsesionadas por conseguir un novio y casarse con él: es un largometraje sumamente machista, y a veces un poco misógino, que, de paso, vende una determinada visión del progreso, basada en el consumo y el ocio. Tan sólo el reparto, y las gracias de Antonio Ozores y José Luis López Vázquez, tampoco muy afortunados, así como los enanos de la pensión, hacen soportable esta comedia blanca, una comedia blanca con un fondo con mensaje mucho mayor de lo que parece.
Pedro Triguero_Lizana
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