Si se piensa bien, todas las historias que se cuentan son venganzas: la venganza de un padre muerto contra la hija que le asesinó; la venganza de una forma de vida extraterrestre contra un paleto avaricioso que quiere sacarse un dinero con un meteorito; la venganza de unos jóvenes asesinados cruelmente contra el hombre que les ha asesinado; la venganza de un marido harto de una esposa insoportable, contra esa esposa, y después, la venganza de un monstruo de tiempos remotos contra ese mismo marido, que le ha tirado por un acantilado; finalmente, la venganza de una horda de cucarachas contra un magnate avaricioso y cruel, y la venganza de un hijo contra su padre, mediante un muñequito de vudú. Hay una retorcida y negra idea de justicia, más o menos poética, detrás de toda la película. Aparte de un homenaje al cómic de terror, claro.