Se trata de una producción muy parecida a su inmediato modelo, "¿Qué fue de Baby Jane?" (What Ever Happened to Baby Jane?, 1962), también dirigido por Robert Aldrich, pero no puede hablarse de secuela sino de un "remake" encubierto, si bien son películas diferentes en varios aspectos. Sí, vuelve a haber un enfrentamiento entre dos estrellas de Hollywood en decadencia, Bette Davis y Olivia De Havilland en este caso, y la escalera posee de nuevo una importante función dramática en el desarrollo de la acción; pero ya no hay un fondo digamos cinéfilo y "camp", y la obsesión por el pasado se traslada a un mundo gótico-sureño mucho más fantasmagórico y hasta onírico, que se diría muy influido por el cine de Orson Welles.

Si no es una obra tan redonda como "Baby Jane" es posiblemente porque es más "literaria" y más loca, y porque resulta un poco más complicado ver a Bette Davis como Charlotte, la loca oficial, y también la víctima, y a Olivia De Havilland como a la intrigante prima de la anterior, aunque ambas actrices responden muy bien al enloquecido y retorcido universo que se representa. En todo caso, destaca la abundancia de muy buenos actores secundarios, como Joseph Cotten, Mary Astor, Agnes Moorehead, Victor Buono o Bruce Dern.