He visto la primera temporada de esta serie de televisión y sorprende en primer lugar por su originalidad, que está no tanto en su planteamiento inicial -un joven médico de atención primaria (Rob Morrow), procedente de la ciudad de Nueva York, se ve obligado a trabajar en un remoto y pequeño pueblo de Alaska llamado Cicely- como en el punto de vista desde el que los creadores de la serie desarrollan los episodios, un punto de vista lleno de ironía, humor, extravagancia y muchas referencias culturales, que en esta primera temporada van desde el cine de Ingmar Bergman a otra serie coetánea como "Twin Peaks", pasando por Jung y su teoría del inconsciente colectivo.

El resultado no es perfecto y puede no gustar a todos los espectadores, pero los personajes son tan peculiares, los actores son tan creíbles, y los guiones son tan inteligentes e ingeniosos, que es difícil resistirse a este microcosmos. Por cierto, esta serie se rodó en el estado de Washington y no en Alaska.