Acabo de ver este film en una copia en VHS que he conseguido gratis, y mi primera impresión es la de un largometraje digno, correcto, que mantiene el interés hasta el final, pero que tampoco ofrece grandes virtudes ni grandes sorpresas. Es un "thriller" o un film de suspense sobre un falso testigo (Steve Guttenberg) que, siendo completamente inocente y ajeno a una serie de asesinatos, acepta convertirse, por amor, en un falso testigo, y, de ahí, acaba convirtiéndose en sospechoso de esos mismos asesinatos. El dilema moral (ayudar a la Policía, pero sin destapar la relación ilícita entre los personajes de Guttenberg e Isabelle Huppert) se convierte, poco a poco, en una pesadilla. La sombra del cine de Hitchcock planea sobre todo el film (al menos, en el tema del falso culpable), el cual mantiene la atención gracias, sobre todo, a la labor de los actores y actrices, entre los que destacaría a la siempre interesante Elizabeth McGovern.

Para mí es un film digno de ser descubierto, o redescubierto, aunque no sea una maravilla.