Deficiente la biomecánica del animal, cuyos movimientos están a caballo entre sardina y congrio. Un guión simplón en el que lo único que salva la peli es Jason Statham.
Escenas sorprendentes por incongruencia, situaciones que rayan en la burla al espectador...
Pero bueno, ver a ese bicho en acción y destrozándolo todo tiene su pequeña gracia. Es lo único que te hace pasar el momento.
Me decepcionó a pesar de que fui a verla con buena predisposición.