Clásicazo indiscutible, cinta que sentó cátedra en su género, cuando el cine de acción era de calité, la acción física dolía, donde se veía sangre, donde se decían tacos, donde se fumaba de verdad y todo ello sin renunciar nunca a contarte una historia que te entretenía.

Un simple mcguffin (1 madero de N.Y visita a su mujer en L.A) desencadena una trama que se convierte en el gran juego del gato y del ratón entre Gruber y Mclane en un entorno cerrado, equilibrando perfectamente humor, alguna escena dramática y momentos de gran acción orquestada como solo Mactiernan sabía hacer acompañada por la efectiva orquestación musical de Kamen.

La he visto tantas veces que me parece digna de un exhaustivo estudio o análisis pero como soy un analfabeto me conformo con lo que he escrito.

Recomendación: Imprescindible.