No sé cómo los propietarios de los derechos de la versión inglesa de esta película han podido cederlos a esta productora americana que se ha limitado a fotocopiarla creando un bodrio inaguantable apto seguramente para el nivel mental de cierta clase de americanos.

Parece que la vieja Europa tiene necesidad de dinero y vende sus joyas a los nuevos ricos que las ostentan sin gusto ni clase.

Yo la alquilé a través de internet creyendo que era la versión original y sólo me di cuenta del mal paso que había dado cuando vi la carátula y adiviné unos negritos en la foto, pero, ay!, ya la había pagado. La vi, creo que guiado por un impulso masoquista de autocastigo para compensar mi metedura de pata.

Visurio