The Family Fang es una película ciertamente extraña e intrigante y no carente de complejidad e interés que reflexiona sobre la relación entre arte y realidad y las profundas huellas que deja el narcisismo artístico de un padre sobre sus hijos.


Durante su infancia y adolescencia, los hermanos Fang participaban en “intervenciones” o performances en sitios públicos ideadas y filmadas por sus padres. Ya adultos, Annie y Baxter (Nicole Kidman y Jason Bateman), ella una actriz de carrera incierta y él, un escritor bloqueado, se reencuentran con ellos y deben enfrentar una situación inédita e intrigante.

The Family Fang es un a película ciertamente extraña y no carente de complejidad e interés. Dos hermanos marcados por el narcisismo artístico y las manipulaciones de su padre Caleb (un tan temible como distendido Christopher Walken), las concesiones de una madre entregadora (Maryann Plunkett) y una precoz e inconsciente celebridad.

Hablo de complejidad porque el ensamble que hace el también director Jason Bateman de relato en el presente, flashbacks de las intervenciones en el pasado, videos de esas intervenciones e inclusión de falsos reportajes es efectivo y por momentos acercan la película al mockumentary y al reality.

Y hablo de interés porque las reflexiones explícitas e implícitas de la película sobre las relaciones entre arte y realidad son atendibles, aunque estén permeadas por la discutible subjetividad de Caleb.

Si bien el desarrollo de la historia y algunas decisiones o conductas de los personajes pueden parecer forzadas o inverosímiles creo que deben en parte entenderse en función de las profundas marcas de la historia familiar y su credo artístico sobre la percepción de la realidad y la interacción con ella.

Por último, cabe destacar las actuaciones de la infalible Kidman, Bateman, Plunkett y el gran Christopher Walken.
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