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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Daniel B:
8
Musical. Drama Basada en el musical autobiográfico de Jonathan Larson, sigue a un aspirante a compositor de obras teatrales que trabaja de camarero en Nueva York mientras escribe Superbia, que espera que sea el próximo gran musical americano y lo que finalmente le dé su gran oportunidad. Jon también se ve presionado por su novia, Susan, cansada de poner las aspiraciones profesionales de Jon por delante de su propia vida. Mientras tanto, su mejor amigo ... [+]
22 de diciembre de 2021
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Sumario

Lin-Manuel Miranda logra una puesta en escena genuinamente cinematográfica del musical de cámara de Jonathan Larson, un retrato conmovedor de un joven artista en crisis porque siente que se le termina el tiempo para convertirse en un autor profesional, con una interpretación actoral y musical descollante de Andrew Garfield y algunas escenas musicales ciertamente notables.

Tick… Tick… Boom!, desarrolla el siempre perturbador tema del delgado y azaroso punto límite entre lograr la notoriedad como artistas y permanecer en un discreto anonimato: nada menos que la búsqueda de la trascendencia y el reconocimiento artísticos.

Reseña

La historia se enfoca básicamente en los preparativos para un taller en el que Jon, un autor de comedias musicales quiere presentar un musical retrofuturista llamado Superbia mientras transita una crisis personal y creativa.

La opera prima de Lin-Manuel Miranda está basada en el musical semiautobiográfico homónimo de Jonathan Larson, quien alcanzaría su consagración póstuma con su musical Rent. Con la estructura del musical original como armazón, una suerte de stand up musical, la película expande a partir de ella sus flashbacks al lenguaje cinematográfico, con locaciones interiores y exteriores y una puesta en escena que abandonan la impronta teatral.

Según el relato, Jon se halla en vísperas de cumplir los 30 años y siente que se le termina el tiempo para comenzar una carrera profesional como autor teatral, mientras sobrevive trabajando como camarero en el Moondance Diner del Soho neoyorquino, acosado por las deudas. Su proyecto del musical Superbia lleva varios años y el taller (workshop) que está preparando será decisivo para conseguir eventuales productores interesados en montarlo. Por otro lado, se suman los altibajos y crisis en su relación con su novia Susan (Alexandra Shipp) y su mejor amigo Michael (Robin De Jesús), que se agudizan en función de las disyuntivas del momento , a quienes se suma una representante artística que lo desatiende (una irreconocible Judith Light). Corren 1990 y el SIDA como una dolorosa realidad que acecha y se cobra sus víctimas.

La puesta en escena de Miranda es impecable y genuinamente cinematográfica. Los números musicales se integran perfectamente a la acción y lucen un montaje muy aceitado, y en general logran evitar esa afectación que caracteriza a tanto musicales. Y esto, por supuesto, tiene que ver con a la enorme calidad de la música de Larson, un absoluto innovador del género, tanto por las temáticas decididamente contemporáneas que introduce en sus obras (el SIDA, la marginalidad, la pobreza, la diversidad sexual) como por un arrollador lenguaje musical que combina el rock con ocasionales referencias y homenajes al estilo de su ídolo Stephen Sondheim (quien también aparece como personaje). Miranda es un fan de Larson y es claramente su continuador.

Hay números ciertamente notables como el inicial 30/90, el irónico y gracioso Therapy que describe una ruptura (con la increíble Vanessa Hudgens), Swimming (una hermosa e importante escena en una piscina), la desgarradora Real Life (con un notable Robin de Jesus), Come to Your Senses, concebida de manera muy original y la extraordinaria Sunday (desarrollada en el Diner), un gran ejemplo de la influencia de Sondheim. Los fans del musical reconocerán a figuras de Broadway en algunos de esos números.

Dejo para el final mi más absoluta admiración por el tour de force que lleva adelante Andrew Garfield en el papel de Jon, quien construye un personaje entrañable, carismático, perseverante y pletórico de energía, pero también de dudas y frustraciones, por momentos desesperado, desplegando múltiples recursos para lucir al mismo tiempo coherente y diverso durante toda la película. A todo esto, se suman sus sorprendentes y deslumbrantes aptitudes vocales.

En resumen, Lin-Manuel Miranda logra una puesta en escena genuinamente cinematográfica del musical de cámara de Jonathan Larson, un retrato conmovedor de un joven artista en crisis que siente que se le termina el tiempo para convertirse en un autor profesional, con una interpretación actoral y musical descollante de Andrew Garfield y algunas escenas musicales ciertamente notables.

Tick… Tick… Boom! desarrolla, en definitiva, el siempre perturbador tema del delgado y azaroso punto límite entre lograr la notoriedad y permanecer en un discreto anonimato; nada menos que la búsqueda de la trascendencia y el reconocimiento artísticos.

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2021/12/22/tick-tick-boom/
Daniel B
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