Sumario

Una comedia para niños lamentablemente sin doble lectura para adultos. Segunda adaptación cinematográfica de la novela de Roald Dahl, luce un tanto rutinaria y obviamente despliega más efectos digitales que la primera versión, con un elenco encabezado por una desatada Anne Hathaway como bruja mayor y una entrañable Octavia Spencer.

Reseña

Luego de un accidente automovilístico, un niño queda huérfano y es adoptado por su abuela (Octavia Spencer). Para cambiar de aires, la abuela decide pasar con el niño una temporada en un hotel de lujo donde justamente se celebra un congreso de brujas que detestan a los niños a comienzos de los años 60.

Las brujas es la segunda adaptación de la novela homónima de Roald Dahl, y no la única donde el escritor toma a los niños (y a sus padres) como blanco de ironías y de violencia. En este caso, la anécdota es bastante mínima, ya que el niño y un amigo son víctimas de un hechizo y luego tratarán de desbaratar el secreto aquelarre con al ayuda de la abuela, conocedora del mundo de las brujas.

A diferencia de muchas películas de animación que admiten una lectura infantil y otra adulta, en esta comedia todo resulta irremediablemente infantil y llano, con muchos efectos digitales ausentes en la primera versión. La lideresa de las brujas es una desatada Anne Hathaway (temible solo en algunos momentos) y acaso lo mejor de esta película de Robert Zemeckis sea el tramo realista inicial cuando el deprimido huérfano comienza a convivir con su abuela. Al verlos encaminarse luego a semejante hotel aparece un elemento de tensión porque uno se pregunta si admitirían a dos afroamericanos es esa época, pero el guion resuelve ucrónicamente que sí.

¿La moraleja? Resiliencia, perseverancia, valentía y un amor que va más allá de las apariencias.