Bao es un cortometraje que básicamente es una metáfora, es una narración que relata una experiencia personal de la directora con sus propias opiniones al respecto de la sobreprotección de su madre y de cómo llevó el síndrome del nido vacío, donde tratando no dejarla marchar la hizo un daño que no quería hacerla. Una experiencia personal narrada de esta forma muy compleja, con un alimento para que la metáfora audiovisual se siente mucho más potente y remueva más. Los niños no creo que entienden lo que ocurre en el cortometraje y tal vez se les haga aterradora o perturbadora cierto momento, pero en ocasiones debemos valorar a favor haber puesto alma y esfuerzo en brindarnos una historia de expresión emocional personal sobre un proceso psicológico de una forma tan creativa que hasta el final no llegamos a descubrir la clase de historia que nos están contando.

No he contado nada que esté en las sinopsis de internet, y creedme que no es de la forma en que se puede imaginar esta pequeña obra, es más fresca, más original y realmente rompe esquemas que no se intuía que pudieran ser rotos. Realmente, al comprender lo que quiere expresar su directora se aprecia mejor la magnífica animación, la expresión con la música y la paleta de color elegida... Y una muy buena mano en una trama escrita como una metáfora sutil de una expresión emocional personal, una obra de autor que ha tenido una gran ventana de exhibición de la mano de Pixar Animation Studios.