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España España · madrid
Voto de tiznao:
8
Drama Crónica de las penalidades de una pareja que está a punto de ser desahuciada de su vivienda. (FILMAFFINITY)
23 de agosto de 2009
29 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta donde yo sé de buena tinta, en Madrid y en la época en que está ambientada la película, los humildes currantes (en su mayoría inmigrantes de provincias que venían a buscarse la vida a la capital, tema también tratado por Nieves Conde en esa obra cumbre del neorrealismo español llamada “Surcos 1951”) se las veían y se las deseaban para conseguir una vivienda de alquiler a un precio acorde con sus ingresos, por lo que era más que frecuente que acabaran alquilando habitaciones con derecho a cocina (en el mejor de los casos) en viviendas de particulares hasta juntar para dar una entrada a un algún cuchitril de esos que florecieron como setas a finales de los 60 (las circunstancias y tejemanejes de esas construcciones son otra historia).
En ese Madrid se desarrolla la historia que aquí se nos cuenta y que no hemos podido ver tal como la filmo Nieves Conde hasta hace unos años, debido a que el tema no era del gusto del entonces ministro de vivienda y que tras pasarle la pelota a la Censura, se estreno algún año más tarde con abundantes cortes y después de haberse metido mano en la edición (al principio de la película junto con el tráiler original se nos cuenta todo esto y justo al acabar la historia se nos muestra en un extenso documental los cortes y cambios hechos para poderla estrenar).
Nos cuenta la historia de Evaristo (Fernando Fernán Gómez) y Marta, practicante (entiéndase por administrador de inyecciones a domicilio) y ama de casa, casados y con 4 hijos (2 niños y 2 niñas) desde la misma mañana en que les cumple el aviso de desahucio del edificio en el que vivian de alquiler y se presenta una brigada de demolición a hacer su trabajo (mas que duros trabajadores parecen hermanitas de la caridad debido a los sacrificios que hacen por demorar este todo lo posible).
A partir de aquí y a través de los desesperados intentos para retrasar la demolición por parte de la pareja, Evaristo primero intentando alquilar un piso barato (ja, ja, ja, ja, es la reacción del paisanaje cuando le oyen decir esto) y María yendo de puerta en puerta suplicando que les den unos días mas (esto en principio, sobre los surrealistas y en algunos casos macabros pasos que van dando luego buscando vivienda es mejor verlos que yo te los cuente) tenemos un veraz y nada gracioso retrato de los implicados en el mercado de la vivienda (constructores, especuladores y burocracia) y una denuncia social plagada de una en absoluto disimulada mala leche, que entronca (a mi juicio) con la historia contada en “Surcos” y que además de ser sumamente entretenida y tristemente divertida, como todo lo anteriormente reseñado es un autentico, indisimulado y nada común en la época, puñetazo de realidad (además de la particularidad de ser obra de un señor de derechas que tenia los testículos de hacer de su capa un sayo, pesara a quien pesara). Sigue en spoiler por falta de espacio:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
tiznao
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