Efectivamente, cuando me senté en el sofá a ver Sharknado sabía lo que iba a ver: una película ridícula. Sabía que no iba a reflexionar durante horas tras verla. Sabía que no iba a ver un guión o unos efectos especiales increíbles. Sabía que las actuaciones iban a ser lamentables... Pero lo que no sabía era que todas mis expectativas sobre el ridículo de la película iban a ser superadas. Ese es el por qué de mi nota, que me divertí muchísimo más de lo que esperaba.

Sharknado es malísima, si, pero es una película hecha con pleno conocimiento de lo mala que es. Los productores de The Asylum desde luego no esperaban que le den un Oscar a su obra, hay escenas tan cutres que es evidente que esta película es para un determinado público: los fans de lo cutre y lo absurdo.

Es imposible calificar a Sharknado con una mala nota, porque... por Dios... ¿Que esperas de una película que trata sobre tornados que hacen volar a unos tiburones hechos con el Paint?. Ofrece exactamente lo que promete, y superando todas las expectativas. Arrancará más de una risa incluso a esa gente más seria que no concibe el cine como otra cosa que no sea hacer maravillas como La lista de Schindler